Bacon Radars: «Para un grupo que empieza y se autoedita, no existe un buen momento para sacar un disco»

 
Los componentes de Bacon Radars: Lluís Gelabert, Guillem Laborda, Roger Abella, Santi Arderiu y Marc Fisa.

Los componentes de Bacon Radars: Lluís Gelabert, Guillem Laborda, Roger Abella, Santi Arderiu y Marc Fisa.

 

El quinteto menorquín-catalán acaba de publicar su primer álbum, ‘Keep the lights off’, que necesitó más tiempo y trabajo del previsto por la irrupción de la pandemia y del que esperan que pueda llegar cada vez a más gente gracias a unas canciones «eléctricas, frescas y contundentes»


Roger Abella (voces), Guillem Laborda (guitarra), Lluís Gelabert (guitarra y coros), Marc Fisa (bajo y coros) y Santi Arderiu (batería) son Bacon Radars, una banda de rock afincada en Barcelona, con miembros de Menorca (dos) y Cataluña (tres), que acaba de publicar su primer disco, ‘Keep the lights off’, autoeditado con el apoyo de Hidden DIY, después de darse a conocer hace unos años con un EP y varios ‘singles’. Este nuevo trabajo, disponible desde el pasado 9 de abril en todas las plataformas, ha sido grabado en el estudio Sol de Sants, en Barcelona, con la producción y mezcla de Alberto Pérez, y en sus nueve canciones apuesta claramente por las guitarras y una distorsión que hace que el sonido oscile entre el indie (pero sin abusar del pop), el garage e incluso el stoner.

Aunque encontrar la inspiración, como todo en la vida, requiere práctica, se trata de un primer trabajo notable, con perlas como ‘Nightclub lights’ y ‘Preoccupations’, y con una conclusión clara: Bacon Radars será una banda a la que merecerá la pena ver en directo, especialmente cuando no sea obligatorio permanecer sentado. Pero mientras llega ese momento, hablamos con tres de los componentes del grupo, Roger Abella, Guillem Laborda y Lluís Gelabert, sobre si, estratégicamente, este es un buen momento para publicar un disco (aunque durante las crisis también se han hecho buenas canciones a lo largo de la historia) , los orígenes de la banda, sus (maravillosas) influencias y sus expectativas de futuro.

–Lo primero es lo primero, ¿cuál es el origen del nombre Bacon Radars y cómo surgió la banda?

–Guillem Laborda: Son dos palabras aleatorias que surgieron un día que Lluís y yo volvíamos del Apolo, así sin más. Sonaba curioso, era fácil de recordar y además era fácil de encontrar. Es un nombre que nos funciona.

–Lluís Gelabert: El proyecto empezó ya hace algunos años cuando Guillem y yo, que por aquel entonces compartíamos piso, empezamos a componer algunas canciones sin ningún tipo de pretensión. Entonces, la misma noche que volvíamos del Apolo, y de donde salió el nombre, nos planteamos montar una banda para poder tocar las canciones que estábamos componiendo. Luego se incorporó Santi, el batería, compañero de universidad y de un antiguo grupo de Guillem y, a su vez, Marc, el bajista, compañero también de universidad de Santi. Más tarde acabaría entrando en el grupo el cantante y ‘frontman’ Roger, compañero mío de universidad.

–Vuestros inicios se remontan a un EP y varios ‘singles’ entre 2018 y 2019, pero el paso de publicar el primer disco, pandemia mediante, no lo habéis dado, o no lo habéis podido dar, hasta este 2021. ¿Es ahora mismo, objetivamente, el peor momento para publicar un primer disco (o un disco en general)? ¿O también existe la ventaja de que hay menos lanzamientos y mucha hambre de música?

–G. L.: Para alguien como nosotros que ahora empezamos y lo hemos tenido que lanzar autoeditado, no sé si hay un momento bueno para sacar un disco. Como ya teníamos planteado hacer el disco antes de que llegara pandemia, hemos querido seguir adelante.

–L. G.: No sé si hay menos lanzamientos ahora mismo, pero vimos que solo había dos opciones: esperar a que (a saber cuándo) se terminara todo esto y encontrarnos con un montón de lanzamientos probablemente parados por el mismo motivo, y pasar desapercibidos; o seguir adelante con nuestro plan e intentar encontrar un hueco en la situación actual.

–Roger Abella: Al final tiramos por la segunda, que puede parecer más ventajosa, pero para nosotros tiene un gran inconveniente: el hecho de que la presentación en directo, de poder ser, va a tener que ser con el público sentado. Y es que nuestra propuesta se basa en que el público venga a los conciertos a desahogarse, a saltar y cantar y a sudar. Aun así, si esperábamos al final de todo esto, quizás no hubiéramos encontrado salas si todo el mundo estaba también a la espera, de modo que tiramos millas y vamos a ver qué podemos hacer.

 

–¿Cómo ha sido todo el proceso de dar vida a ‘Keep the lights off’?

–L. G.: Ha sido entretenido… Ya teníamos algunas canciones compuestas desde hace tiempo, a las que les hemos dado un nuevo aire y, además, contamos con otras totalmente nuevas compuestas durante el pasado año.

–G. L.: Ha sido imprescindible contar con la colaboración del productor Alberto Pérez del estudio Sol de Sants, tanto en la fase de composición como en la de grabación. En julio del año pasado estuvimos en su estudio grabando los nueve temas del disco y la verdad es que todo salió bien y se cumplieron todos los plazos. También gracias a todo el trabajo previo que hicimos y a que Alberto puso en todo momento todas las facilidades del mundo.

–Que compensan todas las complicaciones que ha puesto la pandemia

–R. A.: Es verdad que nos hemos encontrado alguna que otra traba en el camino, como tener que parar los ensayos y sesiones de preproducción cuando llegó la pandemia. Pero con algo más de curro pudimos salir adelante. Estuvimos grabando cada uno en su casa su parte e íbamos montando las canciones para seguir con la composición.

–¿Cómo definiríais vuestro estilo, más allá de eso de garage balear?

–G. L.: Creemos que es un estilo que transmite energía y nos gusta definirnos como un escape de las vidas rutinarias y la responsabilidad. Nuestra música es eléctrica y fresca, contundente, pero con partes melódicas reconocibles. Nuestro estilo y, sobre todo, nuestros conciertos son una manera de desconectar y disfrutar.

 
 


–Cuando dicen que vuestro sonido gustará a los fans de bandas como Foals, Arctic Monkeys, Ty Segall, The Strokes o Cage the Elephant, ¿qué pensáis?

–R. A.: Al ser cinco en el grupo, tenemos una gran cantidad de referentes, desde The National hasta Mogwai, pasando por géneros como el jazz y la electrónica, pero al final los que salen cuando tocamos son esos que mencionas. Básicamente porque el motivo por el que hacemos música es para sacar toda esa rabia y frustraciones del día a día, de nuestras rutinas.

–Por curiosidad, ¿de qué grupo de todos esos habéis hecho alguna versión?

–L. G.: Ahora ya hace tiempo que no tocamos ninguna versión, pero al principio tocábamos alguna de The Strokes, ‘Girlfriend’ de Ty Segall, ‘Roky said’ de Dead Ghosts y hasta alguna de The Black Keys. No hace mucho nos planteamos tocar alguna de The Saurs, pero por ahora no tenemos ninguna grabada.


Las canciones de esta última etapa están más pensadas y trabajadas. Lo que hacíamos al principio era tal cual nos salía sin darle casi ninguna vuelta
— Guillem Laborda

–Habéis contado que lo de ‘Keep the lights off’ es un poco por ese momento de bajón en el que estás de fiesta y, de repente, se encienden las luces en la discoteca, cuando solo quieres que sigan apagadas. Ya falta menos para esas noches.

–R. A.: Sí, queríamos transmitir ese momento en el que te lo estás pasando genial en la discoteca, pub o club, y que no quieres que acabe nunca, pero sabes que cuando acabe (se enciendan las luces o salga el sol), volverá la rutina y el deber. Es un poco no querer adquirir más responsabilidades, cosa inevitable cuando te haces mayor.

–L. G.: Hay que ser optimista, no queda otra, esperamos que esto acabe pronto y podamos volver a sentir esta sensación.

–Las canciones que disteis a conocer como adelantos fueron ‘Troublemaker’ y ‘Lost in town’, posiblemente porque son las más ‘radio-friendly’. Pero, ¿cuál consideráis que el público debería escuchar de Bacon Radars? Para nosotros es ‘Preoccupations’, que también es la más potente.

–G. L.: Pues es exactamente esa, ‘Preoccupations’. Creemos que es la que más representa al grupo, tanto por sonido y estilo como por intención y actitud. Es de las que más nos gusta tocar en directo, la que más nos motiva y eso se transmite al público, que así lo percibe y es cuando más enloquece.

 
 

–¿Qué tal ha sido la recepción del disco?

–G. L.: Por el momento estamos contentos. Hemos recibido buen ‘feedback’ y gracias a medios como vosotros creemos que puede llegar a más gente a quien le pueda gustar. Vamos a seguir dándole cuerda e ir mostrando más detalles de cada canción, ya que hoy en día parece que todo va ‘single’ a ‘single’, y los discos se queman rápido y pronto.

–Nueve canciones y poco más de 30 minutos de música, que se pueden escuchar de camino al trabajo. ¿Ha sido algo premeditado o se agotó el presupuesto? O se os acabó la inspiración…

–L. G.: Precisamente el otro día un amigo de Menorca nos dijo lo mismo, que era la duración perfecta de su trayecto para ir a trabajar, que en su caso es casi cruzar la isla (de Ciutadella a Maó).

–G. L.: Teníamos alguna canción más sobre la que trabajar, pero por planificación, fechas y todo el trabajo que ya suponían estas nueve, decidimos que era el punto en el que parar. Con estas nos quedaba un disco bastante redondo (valga la redundancia), y si además queríamos plancharlo en un vinilo, ya no podíamos meter más.

–¿Cómo ha evolucionado Bacon Radars desde sus inicios hasta ahora? ¿Os imagináis añadiendo más instrumentos (no solo guitarras, bajo y batería) o haciendo algo radicalmente distinto en vuestra próxima canción?

–G. L.: Las canciones de esta última etapa están más pensadas, más trabajadas. Lo que hacíamos al principio era tal cual nos salía directamente sin darle casi ninguna vuelta.

–R. A.: En este disco ya hemos metido algún sintetizador y algunos coros por ahí. Hasta el momento no vemos que vayamos a experimentar mucho más, pero nunca se sabe. Igual en dos semanas nos volvemos locos y cambiamos totalmente de tercio.

 
 

–Siempre comentamos que triunfar en la música en España cantando en inglés es muy difícil. ¿Podría Bacon Radars grabar canciones en castellano (o catalán) en un futuro? O por vuestro estilo, el idioma es innegociable.

–R. A.: Nada es innegociable, pero como bien dices, cambiar el idioma requeriría cambiar el estilo. En el último año ha sido una de las preguntas más frecuentes, antes y durante todo el proceso de creación del disco: «¿Y por qué no cantáis en castellano? Os estáis cerrando puertas…».

–G. L.: La verdad es que hicimos alguna prueba, pero no nos sentíamos cómodos, así que por ahora no está encima de la mesa.

–Y también habéis optado por la autoedición. ¿Por qué?

–L. G.: Teníamos claro que sacaríamos el disco, y aunque hemos picado algunas puertas, ya sea por la situación actual o por lo que hacemos y cómo lo hacemos (cantar en inglés no ayuda), no se han abierto. Así que hemos tirado adelante con la ayuda de Hidden DIY y lo hemos autoeditado.

–¿Ha sido un proceso más difícil de lo que pensabais? ¿Os han dado muchos portazos en la cara?

–G. L.: Difícil nos lo esperábamos, pero no que fuera tan cansado. Hay muchísimo trabajo de gestión de temas que nada tienen que ver con tocar, y como al final no es lo que te gusta hacer, acaba desgastando. Algún que otro portazo nos han dado, y seguro que van a venir más. Cuando lo recibes, se te cae el mundo encima porque tras todo el trabajo, pues es duro, pero entre nosotros (al ser cinco es difícil que todos estemos de bajona al mismo tiempo) siempre hay alguien que saca fuerzas para seguir adelante.

–¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿Dónde os veis dentro de un año?

–L. G.: Por ahora vamos a seguir moviendo ‘Keep the lights off’ y buscar fechas para poder presentarlo en directo, que es lo que más nos gusta. En un año nos gustaría poder estar en algún que otro festival y estar planteando nuestro próximo trabajo, pero paso a paso. De momento, no queda otra que ir empujando para sacar adelante ‘Keep the lights off’, y hacer que la gente lo pueda escuchar y disfrutar.