«El nuevo disco de Kracauer sorprenderá bastante a la gente que escuchó el primero»
Pablo Cerdá, Daniel Cano, Marcelino Navarro y Juanfra Cerdá, los componentes de Kracauer. / ENE JEAN
La banda murciana publicará su nuevo disco, ‘Diferencia y repetición’, el 21 de febrero, editado bajo el sello Subterfuge Records y con la producción de Carlos Hernández Nombela
Un nuevo comienzo. La banda murciana Kracauer, que llamó la atención del público a finales de 2017 con su primer álbum, ‘... en la era de la reproducción digital’ –grabado en un ‘home studio’ con pocos medios, pero que destila una combinación interesante entre nostalgia ochentera con sintetizadores retros y oscuros y el guitarreo grunge de los 90, y una mirada hacia el futuro con el uso de elementos electrónicos–, se encuentra en plena fase de cambios con su próximo trabajo. Su segundo LP, ‘Diferencia y repetición’, se publicará el 21 de febrero bajo el sello independiente Subterfuge Records, discográfica de otros grupos murcianos como Viva Suecia y Neuman.
«Kracauer ha dejado de ser un experimento en solitario y empieza a convertirse en un grupo compacto. Los conciertos de este año han perfilado nuestro sonido y eso ha quedado plasmado en la grabación», explica Juanfra Cerdá, exbatería de Screw Coco y cantante, guitarrista y cerebro que se esconde detrás de las canciones.
¿Y a qué suena lo nuevo? «Es difícil describirlo desde dentro, pero es algo como más enfocado, conciso y con mayor intensidad. Se ha vuelto todo más extremo y con más fuerza. En resumen, más inmediato», detalla. Buena parte de la metamorfosis viene de la mano del productor Carlos Hernández Nombela (Viva Suecia, Los Planetas, Triángulo de Amor Bizarro, La Habitación Roja, Deluxe, Enrique Bunbury, Joaquín Sabina, Pereza y un largo etcétera) que, en palabras de Juanfra, se ha «inventado» un poco a los nuevos Kracauer. «Los sonidos de guitarra son más suyos que míos y los de la base batería-bajo, pues prácticamente también. La manera de tratar las voces es muy peculiar y creo que hemos metido un subidón de sonido. Ahora mismo no me imagino grabar más temas sin él», asegura.
Entre las principales novedades, destaca que «ahora hay baterías y bajos de verdad», que se mezclan con las cajas de ritmo y los sintetizadores habituales de la banda, la combinación de lo analógico y lo digital. «Los nuevos temas han cogido una fuerza que no estaba ahí en los anteriores. Se trataba de actualizar el sonido a lo que somos ahora y a la manera en que sonamos en directo», explica. Además de Juanfra, que compuso los temas del primer álbum y los maquetó en casa, Kracauer se completa con Daniel Cano (bajo), Marcelino Navarro (batería) y Pablo Cerdá (teclados), que se sumaron al proyecto para dar forma a las canciones en directo.
En cuanto a las influencias del nuevo trabajo, comenta que el grupo empieza a tener un sonido «cada vez más particular», por lo que le cuesta pensar en referentes inmediatos, «aunque seguro que quien escuche los temas podrá sacar un montón de conexiones. Es lo que pasa cuando escuchas mucha música, ¿no?». A modo de pista para los que quieran hacerse una idea, Juanfra comenta que se ha pasado el año escuchando a Ángel Stanich, el «discazo» de Él Mató a un Policía Motorizado, el álbum de La Plata, Soledad Vélez, el último de MGMT, los dos más recientes de Weezer y un mix de Katy Perry, «que es criminal de lo bueno que es». Sin embargo, no considera que toda esta música vaya a tener un reflejo inmediato en las canciones del disco. «¿Dentro de un tiempo? Tal vez», añade.
En lo que respecta a las letras, revela que seguirán la línea oscura del primer álbum –en el que se abordan temas como el desencanto, el abandono, la pérdida y el trauma– y reflejarán «complicaciones personales» sobre las que ha tenido que pensar en este último año y medio, aunque prefiere que sea la gente quien las escuche y decida de qué van. «Os anticipo que no tratan sobre unicornios y gominolas», bromea.
El primer adelanto se titula ‘De mierda’, una canción de la que Subterfuge dice lo siguiente: «Tiene un estribillo muy directo, con una melodía muy inmediata y memorable, y unos coros con mucha presencia que ayudan a crear el efecto de subida fuerte de intensidad cuando también entran las guitarras distorsionadas y el sintetizador que le da el toque electrónico. El tono y el sentimiento triunfal del estribillo contrasta con la acidez de la letra, la mala leche con la que habla de las malas influencias, de la hipocresía, de la falsa conciencia social y las falsas apariencias».
El tema, disponible ya en todas las plataformas digitales, cuenta además con un videoclip realizado por la productora audiovisual murciana Twin Freaks Studio y que es toda una crítica al ‘moderneo’ y postureo cultural. Kracauer volverá pronto a los escenarios y acompañará a Viva Suecia en algunos de los conciertos de su nueva gira.