Músicos de rock que han compuesto bandas sonoras para series (IV)
El reparto de la segunda temporada de ‘The White Lotus’, con otros personajes de series con música de Cristóbal Tapia de Veer (con gafas de sol), como ‘Utopía’ y ‘El tercer día’.
El DJ neerlandés Junkie XL; el británico Dickon Hinchliffe, uno de los fundadores de Tindersticks; el argentino Santiago Barrionuevo, líder de Él Mató a un Policía Motorizado, y Cristóbal Tapia de Veer, que inició su carrera en el grupo de pop One Ton, han mejorado con sus temas grandes ficciones como ‘Love, Death + Robots’, ‘Black Mirror’, ‘Utopía’, ‘Peaky Blinders’, ‘Okupas’ y ‘The White Lotus’
Dentro de la lista de músicos no clásicos que se han consolidado en el arte de componer bandas sonoras para la televisión (con ese matiz de que no se trata simplemente de la sintonía de los títulos de crédito, sino de todo lo que suena a lo largo de una temporada) no podían faltar dos de las principales figuras de la última década. Una de ellas es el neerlandés Tom Holkenborg, más conocido como Junkie XL, capaz de que su trabajo sobreviva más allá de la película o serie y autor de uno de los mejores ‘remixes’ de la historia, ese ‘A little less conversation’ de Elvis que se convirtió en todo un fenómeno mundial en 2002. Y la otra es el chileno-canadiense Cristóbal Tapia de Veer, cuyas piezas han trascendido también las pantallas de televisión y han sonado incluso en conciertos, como introducción, y a través de diversas remezclas en discotecas y festivales de música electrónica.
El cuarto capítulo de este especial (I, II y III) que pretende dar una visión musical de la burbuja seriéfila se completa con el británico Dickon Hinchliffe, uno de los fundadores de la banda Tindersticks, y Santiago Barrionuevo, líder de los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado, quienes demuestran que todavía se pueden hacer buenas bandas sonoras que no parezcan fruto de la inteligencia artificial (Marvel, me refiero a ti) y que contribuyan a mantener la atención de los espectadores.
Junkie XL (Tom Holkenborg)
Aunque la mayoría de músicos incluidos en este especial forman parte de bandas (más o menos) famosas de rock, en el caso de Tom Holkenborg (Países Bajos, 1967), cuyos primeros pasos fueron como colaborador y productor en los grupos neerlandeses Weekend At Waikiki (new wave), The Gathering (metal) y Nerve (de rock industrial, junto a Phil Mills), su fama viene más por su alter ego, Junkie XL, a veces JXL. Con él no solo se convirtió en un referente de la música house e hizo algunas de las mejores remezclas de temas icónicos como ‘A little less conversation’ de Elvis, número uno en más de 20 países de todo el mundo, y de bandas y artistas como Rammstein, Coldplay, Depeche Mode, Daft Punk, Fischerspooner, Madonna, Justin Timberlake y Britney Spears, sino que a lo largo de su carrera ha puesto música a películas como ‘300, el origen de un imperio’, ‘Mad Max: Fury Road’, ‘La Liga de la Justicia de Zack Snyder’, ‘Man of steel’, ‘Batman v. Superman: el amanecer de la Justicia’, ‘Deadpool’, ‘Terminator: Destino oscuro’, ‘Black Mass’, ‘The Dark Tower’, ‘Army of the Dead’, ‘Tomb Raider’, ‘Rebel Moon’, ‘Furiosa’, ‘Sonic, la película’…, además de numerosos videojuegos (‘Need For Speed’, ‘The Sims 2: Nightlife’, ‘Forza Motorsport’…).
Considerado como el principal discípulo de Hans Zimmer, ha colaborado con el compositor alemán en varias películas (‘Batman v. Superman: el amanecer de la Justicia’, ‘The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro’…) y se ha consolidado como un especialista en cintas de superhéroes por su predilección por las sonoridades electrónicas e industriales con una percusión potente, a veces exagerada, para los momentos más intensos.
La serie de Netflix ‘White Lines’ (2020), de los creadores de ‘La casa de papel’, se aleja de ese tono épico con una banda sonora hecha para la ocasión en la que Junkie XL solo usó equipo disponible en la década de los 90, periodo en el que tiene lugar parte de la historia (los ‘flashbacks’) y cuando precisamente se ganaba la vida como pinchadiscos en discotecas como Amnesia. Esta ficción trata sobre la aparición en Ibiza del cadáver de un DJ británico que llevaba 20 años desaparecido, y cómo su hermana viaja a la isla para tratar de averiguar lo que realmente sucedió.
A la música dance (‘Time gone by’), con toques muy noventeros (‘Manchester life’ no puede sonar más a Oasis y a la década del britpop) y muy en la línea del ambiente ibicenco recreado para la ocasión de excesos, drogas y amor libre, hay que añadir otras piezas más ‘serias’ (‘Missing you’, con el piano y los sintetizadores como protagonistas; ‘Repercussions’ y la orquestal ‘Closure’), que demuestran la versatilidad de Holkenborg y mezcla las dos grandes etapas musicales de su vida, la de DJ y la de compositor para el cine, la televisión y los videojuegos. Además, con muy buen gusto, la serie incluye una lista de canciones de primera línea como ‘Bamboleo’, de Gipsy Kings; ‘Movin’ on up’, de Primal Scream; ‘Hotride’, de The Prodigy; ‘Hallelujah’, de Happy Mondays; ‘The only one I know’, de The Charlatans…
Otra de las grandes aportaciones de Junkie XL para las series se produjo en ‘Love, Death + Robots’ (2019-…), que siempre cuida mucho el apartado visual, así como la música (aunque no siempre los guiones, todo sea dicho). No en vano, uno de sus creadores, Tim Miller, es uno de los directores con los que más ha trabajado. Precisamente ha participado en los tres episodios dirigidos hasta ahora por él, ‘La edad de hielo’, de la primera temporada, muy parecido a una de las historias contadas en ‘La casa-árbol del terror’ de ‘Los Simpson’ en la que Lisa crea una minicivilización a partir de un diente suyo, aunque en esta ocasión una pareja encuentra una civilización perdida dentro del congelador del piso al que se muda; ‘El gigante ahogado’, adaptación de un relato de J. G. Ballard, sobre un gigante desnudo que aparece ahogado en la playa de un pequeño pueblo de pescadores y que sirve como punto de partida para hacer una crítica (con una narración en ‘off’) sobre el consumismo y cómo lo extraordinario pierde valor cuando deja de ser novedoso, con una música que encapsula la melancolía y resignación del mensaje que lanza el capítulo más reflexivo de la antología sobre la naturaleza humana; y ‘El enjambre’, de la tercera, también con gran contenido filosófico sobre una mente colmena de criaturas insectoides alienígenas que está organizada por un sistema de castas y en la que manda una reina.
De este último, una de las piezas más espectaculares es ‘Adrift on ancient chemical tides’, que bien merece la pena escuchar sin ver el corto por la capacidad que tiene Holkenborg para generar una atmósfera futurista con los sintetizadores, y que aumenta en intensidad en el siguiente corte, ‘Genetic protocol’, con esos metales épicos y percusión muy al estilo de Hans Zimmer para crear una enorme tensión.
Cristóbal Tapia de Veer
Uno de los compositores de bandas sonoras más en boga últimamente es Cristóbal Tapia de Veer (Santiago de Chile, 1973), gracias fundamentalmente a las dos temporadas de ‘The White Lotus’ –la tercera se estrenará, por fin, el 17 de febrero–, aunque su trayectoria en el mundo del cine y de las series viene de lejos. El músico chileno, afincado en Canadá, inició su carrera en el grupo de pop y dance One Ton, formado a finales del siglo pasado en la ciudad de Quebec (su mayor éxito fue la canción ‘Supersex world’), donde cursó estudios en el Conservatorio y se especializó en percusión, algo que se notará especialmente en su música. Tapia de Veer se dio a conocer gracias a la banda sonora de la serie ‘Utopía’, por la que ganó sus primeros premios y obtuvo numerosas nominaciones. Su primera película también fue de factura británica, ‘The Girl with All the Gifts’, en 2017.
Dentro de su periplo televisivo, cuenta con episodios en series antológicas como ‘Black Mirror’ (‘Black museum’) y ‘Philip K. Dick's Electric Dreams’ (‘Human is’ y ‘Crazy diamond’), además de otras como ‘Humans’, National Treasure’, ‘Jamaica Inn’, ‘Hunters’, ‘El tercer día’, ‘Série Noire’, ‘Dirk Gently’s Holistic Detective Agency’… Y en el cine, como curiosidad, participó en la película española ‘Ventajas de viajar en tren’, además de en las dos partes de ‘Smile’ y en la reciente ‘Babygirl’.
Pero por destacar sus trabajos más brillantes, el primero debe ser ‘Utopía’ (2013-2014), una serie basada en los cómics de Dennis Kelly y cancelada tras la emisión de la segunda temporada, que es sin duda buena prueba de su talento compositivo, con una partitura extravagante y paranoica –llegó a definirla como «guerrilla instrumental»–, llena de sonidos de animales (los pájaros para el tema principal, ese famoso ‘¿Dónde está Jessica Hyde?’) y de todo tipo de percusión, hasta incluso huesos humanos (usó un fémur a modo de flauta) y excrementos de rinoceronte, según contó, aparte de grabaciones de la ciudad de Londres.
La mejor prueba es ese ‘Utopia overture’, que esboza el tema principal al final, pero en el que destacan los sonidos de percusión y ‘samples’ vocales y que se repite en cierta forma en el último corte, ‘Utopia finale’, pero en versión bailable. Una obra musicalmente, y visualmente, impresionante.
También sobresale su aportación al capítulo ‘Black museum’ (2017) de ‘Black Mirror’ (2011-2023), uno de los más negros de todos los hechos hasta la fecha, en el que se cuenta hasta tres historias diferentes, y en el que mantiene su paleta habitual de sonidos (como las voces, en este caso de mujeres), variando en cada una de ellas. Uno de los temas principales es ‘We got a miracle’, en el que suenan voces fantasmagóricas, un sutil piano y una percusión tribal.
Y siguiendo la rareza de sus trabajos, el chileno-canadiense también compuso la banda sonora de la miniserie ‘El tercer día’ (2020), del mismo creador de ‘Utopía’, Dennis Kelly, una historia de horror rural muy al estilo de la clásica ‘El hombre de mimbre’ y la más reciente ‘Midsommar’, con la isla de Osea, frente a la costa británica, como protagonista, a la que solo se puede acceder a ciertas horas por una estrecha carretera que queda ocultada por la marea la mayor parte del tiempo. Con seis capítulos, tres por cada estación, Tapia fue el encargado del ‘Verano’, mientras que Dickon Hinchliffe (siguiente protagonista en el reportaje) hizo la música para el ‘Invierno’.
El primero se inspiró en el bosque para hacer la banda sonora, más clásica de lo habitual en él, pero con algunos de sus elementos recurrentes, como el uso de voces espectrales que manipula de forma magistral y todo tipo de sonidos sacados de la naturaleza, como el canto de los pájaros, para una parte de la historia más críptica y centrada en el terror psicológico y en crear una atmósfera inquietante (esa amabilidad sospechosa de los lugareños), con incluso el uso de imágenes alucinógenas (para lo que ayuda el recurso del LSD) que recuerdan directamente a ‘Utopía’.
Y, por supuesto, la banda sonora con la que Tapia más ha triunfado es la de ‘The White Lotus’ (2021-2025), especialmente por su cabecera. Lo curioso es que la pieza proviene de un tema que compuso para Kanye West. Los dos colaboraron para un anuncio de Nike, pero el músico nunca tuvo claro lo que el rapero norteamericano quería de él porque, según confesó, «siempre hablaba de un millón de cosas a la vez». Y de esas conversaciones surgieron todos esos sonidos tribales y chillidos de animales que acabaron siendo la base de la serie de HBO (ahora Max), cuya primera temporada se desarrolló en Hawái, mientras que la segunda en Sicilia y la tercera, a punto de estrenarse, en Tailandia. Mike White, el creador de la ficción, la describió como una «música que te lleva a pensar que se va a celebrar un sacrificio humano en cualquier momento». Y lo clavó.
Para la segunda temporada, el tema principal varió a ‘Renaissance (Main Title Theme)’, para adaptarlo al cambio de escenario a Italia, con la inclusión de un sonido de arpa al principio y una voz más operística, concretamente de la cantante colombiana Stephanie Osorio, que poco a poco va mutando en una canción para la pista de baile. Un tema que ha trascendido a la propia serie y ha sido pinchada en discotecas y usada por músicos como intro de sus conciertos, como es el caso de The Killers. El tema principal de la primera temporada, titulado ‘Aloha!’, tiene una estructura similar y en él se puede escuchar en muchos momentos la propia respiración de Tapia de Veer. Una banda sonora que es a la vez pegadiza y original.
Dickon Hinchliffe
El británico Dickon Hinchliffe (Reino Unido, 1967) es, junto al vocalista Stuart Staples, uno de los miembros fundadores de la banda Tindersticks (nacida en 1991 y todo un referente de lo que se definió como pop de cámara, con acercamientos al soul y al jazz) y pieza fundamental de su particular sonido con el violín, un grupo que abandonó en 2006 para centrarse en el mundo de las bandas sonoras. Sus inicios en el cine se deben a cuando Tindersticks puso la música a dos películas de la directora francesa Claire Denis (‘Nénette et boni’ y ‘Trouble every day’), siendo contratado ya en solitario para la siguiente, ‘Vendredi soir’, donde comenzó una carrera que le ha llevado a participar en películas como ‘El juego del matrimonio’, ‘Nunca es tarde para enamorarse’, ‘Cold souls’, ‘Winter’s bone’, ‘Rampart’, ‘Locke’, ‘La ley del más fuerte’, ‘El regreso de Ben’, ‘La hija oscura’, ‘Daddio’ y ‘El milagro del padre Stu’, entre otras muchas.
En el mundo de las series, su trayectoria es más corta, pero cuenta con interesantes proyectos, como la miniserie ya comentada de ‘El tercer día’, la tercera temporada de ‘Peaky Blinders’ y otras no demasiado conocidas como ‘Run’ y ‘Luck’.
Para ‘El tercer día’, Hinchliffe se encargó de los tres últimos episodios, titulados ‘Invierno’ (que eran precedidos por un especial de 12 horas concebido inicialmente como una obra de teatro, pero que por el tema de la pandemia quedó en simplemente una experiencia inmersiva, disponible para ver en el Facebook de HBO: parte 1 y 2) , en el que el protagonismo pasa del personaje encarnado por Jude Law al de Naomie Harris y el estilo es más sobrio, con un pueblo de Osea que ya no celebra su festival.
Para la partitura, el compositor se basó en su trabajo previo en ‘Winter’s bone’, también con importante presencia del paisaje invernal, y no usó ninguna ayuda digital, sino que recurrió a instrumentos reales para adaptarse a un entorno en el que internet y los ‘smartphones’ apenas aparecen, para también realzar la vulnerabilidad y soledad del personaje principal de Helen (al igual que el Sam de Jude Law, viaja a la extraña isla, con sus dos hijas, para expiar un profundo dolor), introduciendo guitarras eléctricas para darle más fuerza a la paleta de sonidos conforme se va acercando el desenlace de la historia.
En el caso de ‘Peaky Blinders’ (2013-2022), se trata de una serie famosa por su anacronismo rockero (sucede en la Inglaterra del periodo entre guerras del siglo XX) con las canciones modernas que suele incluir en su banda sonora, de grupos y artistas como Joy Division, Black Sabbath, Arctic Monkeys, Foals, Idles, Radiohead, Royal Blood, The White Stripes, PJ Harvey, Thom Yorke, Tom Waits, Jack White, Black Rebel Motorcycle Club, Queens of the Stone Age, The Raconteurs, The Smile y, por supuesto, Nick Cave & The Bad Seeds, con ese ‘Red right hand’ para la sintonía y del que se han hecho diferentes versiones a lo largo de las seis temporada a cargo de Iggy Pop con Jarvis Cocker, y PJ Harvey, entre otros.
Pero también ha sido una ficción que ha ido cambiando a los compositores de la banda sonora, apostando por músicos procedentes del mundo del pop y el rock, con Martin Phipps en la primera; Paul Hartnoll, de Orbital, y PJ Harvey (con material que ya había grabado previamente y pasó por las manos del productor Flood), en la segunda; Hinchliffe, para la tercera; Antony Genn, exbajista de Pulp, y Martin Slattery, de The Mescaleros, en la cuarta, y la cantante Anna Calvi para la quinta y sexta.
Hinchliffe aportó un mayor tono de tristeza para la tercera temporada, en la que la boda de Thomas Shelby tiene un desenlace inesperado y que introduce nuevas intrigas políticas, con un gran peso de los exiliados rusos en Reino Unido. Su estilo, ya visto en Tindersticks, de mezclar guitarras eléctricas con un violín solista encaja perfectamente en ese particular universo criminal construido en la serie.
En el caso de ‘Run’ (2020), se trata de una serie que HBO canceló tras su única temporada. A pesar de contar en su equipo con Phoebe Waller-Bridge, creadora de ‘Fleabag’, y una idea que podía ser atractiva –dos exnovios que pactan que cuando se enviaran la palabra ‘run’ por mensaje de texto, abandonarían sus respectivas vidas para volver a encontrarse en un tren y escapar juntos–, no cosechó el éxito esperado debido a algunas de las tramas añadidas poco acertadas para alargar la serie (lo que sucede fuera del tren) y la poco sutil mezcla de géneros –comedia negra, romance y thriller–.
‘Luck’ (2012) es otra serie que tampoco pasó de la primera temporada, a pesar de que contaba con el reclamo de ser creada por Michael Mann y tener a Dustin Hoffman como protagonista, dentro del mundo de las carreras de caballos. Pero no fue suficiente, y la muerte de varios caballos durante el rodaje fue su sentencia definitiva. La contribución de Hinchliffe se limitó al episodio piloto, y brilla en una de esas carreras de caballos en la que su música poco a poco va ganando presencia hasta la introducción de un ritmo de percusión que le da más ritmo a la escena.
Santiago Barrionuevo
Con la proliferación de plataformas y la necesidad de renovar material constantemente, una de las estrategias que se ha seguido es la incorporación de series y miniseries antiguas. Uno de esos casos es la mítica producción argentina ‘Okupas’, en la que cuatro jóvenes acaban okupando una vieja casa del barrio bonaerense de San Nicolás durante una de las peores crisis económicas del país, que fue incluida en el catálogo de Netflix en 2021, pero con una novedad importante en el plano musical.
La ficción original, estrenada en la televisión pública argentina en el año 2000, incorporaba numerosas canciones de artistas conocidos, al más puro estilo de directores como Quentin Tarantino, que, por temas de derechos de autor, no podían sonar en la reedición más de dos décadas después (cuando se emitió originalmente existía un vacío legal que permitió usar clásicos de The Rolling Stones, The Kinks, Bob Marley, The Beatles, The Who, The Doors, Jimi Hendrix…), así que su creador, Bruno Stagnaro, encargó la banda sonora a Santiago Ariel Barrionuevo, más conocido como Santiago Motorizado (La Plata, Argentina, 1980), líder de la banda Él Mató a un Policía Motorizado, quien siempre había confesado ser un gran seguidor de la serie.
El cantante y bajista ya había tenido una experiencia previa como autor de la música de la película ‘La muerte no existe y el amor tampoco’, y para la serie, en la que las canciones jugaban un papel esencial, regrabó algunos temas con su banda (publicados en el disco ‘Unas vacaciones raras’), más otras 50 piezas instrumentales en solitario, con la ayuda del productor Felipe Quintans, alejándose de su zona de confort, el indie rock, y probando otros ritmos más propios de la cumbia y el folclore argentino y coqueteando hasta con el tango para los 11 episodios remasterizados.
El proyecto, en el que pudo concentrarse por el parón en la actividad musical que supuso la pandemia, también sirvió para dar forma a su primer álbum como solista, ‘Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro’, que contó con artistas como Vicentico, Anabella Cartolano, cantante de la banda Las Ligas Menores; Nina Suárez, Jorge Serrano, Daniel Melingo, Sergio Rotman y su propio padre, Felipe Barrionuevo.
Su principal reto era mantener la esencia de la música original, pero tratando a la vez de hacer algo nuevo. El hecho de ser tan fan y haberla visto como 40 veces, según ha confesado, le ayudó a llevar a cabo la difícil tarea de componer una banda sonora que reemplazara algunas de las canciones más míticas de la historia.