Los mejores discos de 2021 para Alternavivo

 
 

The War on Drugs, Manchester Orchestra, Halsey, Wolf Alice, Robe, Royal Blood y la sorprendente unión de Floating Points con Pharoah Sanders y la London Symphony Orchestra han protagonizado algunos de los trabajos discográficos más destacados de los últimos (de nuevo atípicos) doce meses


Qué difícil es en estos tiempos escuchar un disco del tirón, por muy bueno que sea, pero todavía existen muchos motivos para decir adiós al modo aleatorio. A pesar de que 2021 ha sido un año todavía lastrado por la falta de conciertos y festivales debido a la situación pandémica de nunca acabar, desde ‘Alternavivo’ hemos decidido confeccionar el clásico ‘ranking’ de los mejores álbumes del año, ya sea por su calidad musical, relevancia (más allá de las visualizaciones y el número de reproducciones) u originalidad, además de, obviamente, guiados por nuestros gustos personales.

Estos son, a nuestro (probablemente equivocado) juicio, los álbumes que quedarán para el recuerdo (o al menos tendrán un impacto más duradero) de este nuevo año musical a medio gas por todas las restricciones que aún siguen afectando a la industria en todo el mundo.

The War on Drugs – ‘I don’t live here anymore’

La clase que destila The War on Drugs en este disco engancha desde la primera escucha. Nada nuevo en su discografía, pero difícilmente alcanzable para cualquier otra banda de a pie. Adam Granduciel, a quien la sombra de Kurt Vile hace tiempo que dejó de perseguirle, está en un estado de forma increíble tanto compositiva como musicalmente. Habrá pocas, muy pocas listas a nivel mundial que no reseñen ‘I don’t live here anymore’ como de lo mejor que nos ha dado 2021. En julio estarán en el Mad Cool y tenemos claro que no habrá solape que nos impida verles en directo.

 
 

We Were Promised Jetpacks – ‘Enjoy the view’

Los escoceses WWPJ han dejado a un lado su característica rabia y, movidos por los acontecimientos de 2020, han virado su sonido a uno mucho más calmado, atmosférico y con tintes psicodélicos. ‘Enjoy the view’ cazó nuestra atención desde la salida de la maravillosa ‘If it happens’, una especie de canto a la tranquilidad que merece el ser consciente de no poder manejar todo lo que sucede alrededor de uno mismo.

 
 

Manchester Orchestra – ‘The million masks of God’

En la redacción de Alternavivo hay quien tiene una admiración máxima por Manchester Orchestra, llegando a afirmar que es la banda más infravalorada de la actualidad. El camino que marcó ‘A black mile to the surface’, más progresivo y visceral que sus inicios, es el que transita ‘The million masks of God’. A lo largo del disco puedes sentir las caricias de la preciosa voz de Andy Hull a la par que los épicos azotes sonoros a los que nos tienen acostumbrados los de Atlanta. ‘Bed head’ es, probablemente, la mejor canción de 2021.

 
 

Parcels – ‘Day/Night’

19 canciones como 19 soles (o lunas) contiene ‘Day/Night’. Un disco opulento en número, forma y estilo, con una mezcla sensacional de funk, disco, rock, pop y jazz con la que los australianos afincados en Berlín reflejan la contraposición entre lo luminoso y lo oscuro. El nivel de madurez de este álbum es aún más espectacular al saber que ningún miembro de Parcels supera los 25 años de edad. 

 
 

Robe – ‘Mayéutica’

‘Mayéutica’ es un disco tan grande, tan impresionante y tan redondo, que ha empujado a Extremoduro a un, ojalá enmendable, final precipitado. Guardar una obra así en la nevera durante años no ha sido posible ni siquiera para alguien como Robe Iniesta, tan poco dado a compartir su inmenso talento con el público. ‘Mayéutica’ es el disco nacional del año, cuando no de la década. Una auténtica pena que haya talibanes que lo vayan a obviar solo por venir de quien viene.

 
 

Halsey – ‘If I can't have love, I want power’

Siguiendo la estela de Taylor Swift y su incursión en el indie folk junto a Aaron Dessner (The National), otra estrella del pop, Halsey, demuestra su versatilidad y se atreve a ponerse en las sabias manos de Trent Reznor y Atticus Ross, de Nine Inch Nails, para grabar uno de los discos del año gracias a unas canciones en las que conviven en perfecta armonía el synth-pop, la electrónica y el rock más industrial. Aparte de contar con una lista de músicos y colaboradores por la que mataría cualquier banda: Dave Grohl (Foo Fighters), Lindsey Buckingham (Fleetwood Mac), Mike Garson (David Bowie), Pino Palladino (The Who, Eric Clapton, NIN…).

 
 

Royal Blood – ‘Typhoons’

Para su tercer disco, Royal Blood decidió combinar sus siempre efectivos riffs de bajo ‘dopado’ con un sonido más discotequero repleto de sintetizadores que homenajea por momentos a Daft Punk. No es que eso del rock bailable sea una fórmula revolucionaria, pero el dúo firma varias nuevas joyas (‘Typhoons’, ‘Oblivion’, ‘Boilermaker’, ‘Limbo’…) para añadir a su potente repertorio en directo e incluso una balada a piano con la que se desmarca de sus anteriores trabajos.

 
 

Wolf Alice – ‘Blue Weekend’

La maravillosa voz de Ellie Rowsell vuelve a ser el hilo conductor de ‘Blue weekend’, el tercer, y mejor, LP de Wolf Alice, tanto en las canciones más potentes –esa ‘Smile’ que no puede ser más noventera y la muy punk ‘Play the greatest hits’–, como en los más sosegados (la balada ‘beatleliana’ ‘The last man on Earth’) y cercanos al dream pop. Uno de esos discos para descubrir nuevos detalles con cada escucha.

 
 

Floating Points, Pharoah Sanders & The London Symphony Orchestra – ‘Promises’

Cuando la mezcla entre electrónica minimalista, jazz en versión muy libre y los delicados y elegantes arreglos de cuerda de una orquesta suena a las mil maravillas, es que se trata de un disco único. El artista londinense Floating Points sorprende a propios y extraños con un álbum colaborativo junto al saxofonista octogenario Pharoah Sanders y la London Symphony Orchestra, que consiste en una suite dividida en nueve movimientos (nuestro favorito es el sexto), con la repetición cada pocos segundos de un arpegio de siete notas de clavecín, piano y sintetizador para darle continuidad a todo, que reivindica la escucha profunda y demuestra lo bella que puede ser la música en las manos adecuadas. 

 
 

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba – ‘Hilo negro’

Si con su debut ya convencieron, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba firman un segundo disco, ‘Hilo negro’, en el que siguen fieles a su ‘kinkidelia’ (esa etiqueta propia que mezcla el mundo kinki con la psicodelia), pero con un sonido más contundente, y pulido, y unas canciones que no necesitan estribillos, que los confirma como el grupo perfecto para levantar los ánimos del público en cualquier festival.

 
 

Menciones especiales:

Sería injusto dejar esta lista en solo diez discos. 2021 nos ha dado muchos más trabajos que merece la pena, al menos, destacar. En el ámbito nacional, el mismo día vieron la luz dos discos espectaculares: ‘Cable a tierra’, de Vetusta Morla, y ‘El largo mañana’, de Rufus T. Firefly. C. Tangana, con su llamado a marcar historia ‘El madrileño’, ha llegado a rincones del planeta donde hacía tiempo no llegaba un artista nacional, mientras que Alizzz, su compinche y productor, demostró que en esto del nuevo pop es el rey con ‘ Tiene que haber algo más’. Emergentes, muchos, y muy buenos, pero esto se trata de subrayar lo mejor y ahí reina ‘La Noche’ de Arde Bogotá.

En cuanto a álbumes surgidos fuera de nuestras fronteras, nos sigue costando creer que ‘The myth of the happily ever after’ sea un disco de casi descartes de Biffy Clyro. Es brillante. La delicadeza y clase de los maravillosos ‘Jubilee’, de Japanese Breakfast, y ‘Collapsed in subeams’, de Arlo Parks, así como el primer trabajo de Silk Sonic (la suma de Anderson Paak y Bruno Mars) nos llegaron al corazón desde la primera escucha. Idles dejaron atrás (parcialmente) la rabia en su ‘Crawler’, mientras que Amyl and the Sniffers hacían uso de ella en ‘Comfort to me’. Mogwai sigue mostrando en ‘As the love continues’ que es la banda que mejor sabe jugar con las dinámicas entre ruido y silencio, mientras que Black Country, New Road recoge, en cierto modo, el legado de los escoceses y no defrauda en su esperadísimo debut, ‘For the first time’.