Carolina Durante no hace prisioneros

 
 
Carolina Durante, durante el concierto en Las Noches del Malecón. / SERGIO MERCADER

Carolina Durante, durante el concierto en Las Noches del Malecón. / SERGIO MERCADER

 

La banda madrileña protagoniza el primer concierto en Murcia con cierto sabor a normalidad, en el que estrenan en directo las canciones de su nuevo EP y una versión supersónica de ‘Cayetano’


Durante poco más de una hora, el público volvió ayer a vivir un concierto propio de la prepandemia, aunque fuera desde la comodidad de sus asientos. Nada de guitarras acústicas, las canciones tal y como fueron concebidas y a tope de revoluciones, lo que se espera de un directo en verano. Carolina Durante protagonizó un ‘show’ eléctrico, y explosivo, «por decimoquinta vez en Murcia», bromeó la banda, dentro de la programación de Las Noches del Malecón y como primera cita de lo que han llamado ‘La gira que no te mereces’, con la que recorrerán el país en las próximas semanas.

La noche del 15 de julio en Murcia Río sirvió para que los madrileños estrenaran en directo, sin tratar de inventarse un nuevo formato adaptado a los nuevos tiempos (no sería lo mismo su música sin la fiereza eléctrica o con versiones relajadas), los temas que forman parte de su nuevo EP, ‘Del horno a la boca’, que se publicará el próximo 28 de agosto, como ‘Lo segundo ya no tanto’, ‘La canción que creo que no te mereces’ y ‘El parque de las balas’, además de la versión 2.0 de su popular ‘Cayetano’, que lograron rebajar su ya de por sí corta duración a solo minuto y medio a base de una velocidad supersónica. «La tocamos rapidita porque estamos ¡hasta los cojones!», llegó a decir el guitarrista Mario del Valle. No obstante, a falta de su ritmo habitual, la interpretaron dos veces, para deleite de sus fans. Lo mismo con el paso de los años se convierte en su particular ‘Creep’, la canción más aplaudida en los pocos conciertos en los que Radiohead decide incluirla en el ‘setlist’. Pero lo dudamos.

 
Diego Ibáñez y el bajista Martín Vallhonrat, sobre el escenario. / SERGIO MERCADER

Diego Ibáñez y el bajista Martín Vallhonrat, sobre el escenario. / SERGIO MERCADER

 

A pesar de ser el primer concierto de la gira, y tras más de cuatro meses sin subirse al escenario, Carolina Durante, sin nada de parafernalia y con la sencillez y la naturalidad siempre por bandera, apenas necesitó un par de temas de su característico punk-pop (por definirlo de alguna manera), con un «Carlos, súbele la guitarra a Mario» y «súbeme un poco el micro», para arrasar y hacer que la gente hiciera enormes esfuerzos para no levantarse de sus sitios y se pusiera a dar saltos como locos, en lo que también jugó un papel importante el marcaje, a lo defensa del Milan de los 90, del personal de seguridad, siempre atento para que se cumplan todas las normas de este periodo extraño para los eventos con público.

Ese Carlos al que se refirieron en ocasiones los integrantes de la banda es el gran Carlos Hernández Nombela, que además de ser el productor por excelencia del indie nacional (Los Planetas, Viva Suecia, Triángulo de Amor Bizarro, La Habitación Roja, Deluxe…), acompaña desde hace tiempo a Carolina Durante como ingeniero de sonido para sus directos.

 
Carlos Hernández (centro), en la mesa de sonido durante el concierto. / SERGIO MERCADER

Carlos Hernández (centro), en la mesa de sonido durante el concierto. / SERGIO MERCADER

 

Pero además de las novedades, en el concierto sonaron todos los clásicos de la banda, hasta un total de 21 temas (son muchos para cualquier otra banda, pero que a una media de tres minutos cada uno explica por qué el concierto apenas llegó a los 65 minutos), desde ‘Niña de hielo’ y el ‘El himno titular’ hasta ‘Las canciones de Juanita’, ‘Joder, no sé’ y un ‘Perdona (ahora sí que sí)’ en el que faltó la colaboración de Marcelo Criminal, autor de la original. «Está en la playa», bromeó el cantante Diego Ibáñez, que no paró de moverse sobre el escenario como hace siempre y que tan solo tuvo un pequeño despiste, o mareo, según dijo, en el inicio de ‘KLK’, que tuvieron que volver a empezar.

«No son las mejores condiciones para venir a un concierto nuestro, pero muchas gracias por estar aquí», se despidió el cuarteto madrileño, completado por Juan Pedrayes (batería) y Martín Vallhonrat (bajo), que agradeció que en esta ocasión no lloviera como en su concierto en el festival Warm Up e interpretó, como broche final, ‘La noche de los muertos vivientes’. Ya iba siendo hora de volver a casa.