Monarchy: «La monarquía no ha muerto, solo ha cambiado de nombre»

 
Andrew Armstrong (i) y Ra Black, los dos componentes de Monarchy. / PROMO

Andrew Armstrong (i) y Ra Black, los dos componentes de Monarchy. / PROMO

El dúo australiano formado por Ra Black y Andrew Armstrong cerrará su gira europea el próximo 7 de noviembre en la sala Joy Eslava de Madrid, donde aseguran que ofrecieron uno de sus mejores conciertos y buscarán repetir la experiencia


Monarchy ha tocado en salas y discotecas de todo el mundo y en algunos de los festivales más míticos como Coachella (EE UU), Reading and Leeds (Inglaterra), Nos Alive (Portugal), BBK, FIB, Mad Cool..., B Side de Molina de Segura… y Arenal Sound (España), pero su mejor concierto, o al menos del que tienen mejor recuerdo, se celebró en la Joy Eslava de Madrid, en 2015. Y no es un dato baladí, al tratarse de la primera banda que transmitió una actuación en vivo al espacio exterior desde Cabo Cañaveral. El dúo integrado por los australianos Ra Black (voz y guitarra) y Andrew Armstrong (teclados y coros), aunque formado en Londres, busca repetir ese concierto memorable en la sala madrileña el 7 de noviembre para presentar su tercer disco, ‘Mid:Night’, con la cuidada y detallista escenografía que caracteriza sus ‘shows’ y unas canciones que mezclan elegantemente electrónica y synth pop. Aprovechamos la nueva visita de Monarchy a la capital española para charlar con los dos componentes de la banda sobre su nuevo trabajo discográfico y el concierto –para el que anuncian invitados especiales– y repasar sus diez años de trayectoria en la industria musical.

–’Mid:Night’, vuestro tercer disco, solo contiene ocho canciones y dura 30 minutos. El último de Tool, por poner un ejemplo extremo, con siete canciones supera los 77 minutos. Los álbumes cortos son más…

–Ra: Lo cierto es que teníamos escritas más de 30 canciones después de ‘Abnocto’ –el segundo álbum de Monarchy– y antes de publicar ‘Mid:Night’. De haber sentido que todas estaban bien y si las hubiéramos trabajado juntos, quizás ahora tendríamos un álbum con 30 temas. Pero suceden muchas cosas durante dos años y queríamos centrarnos en las canciones más positivas y optimistas. Todavía me gusta la idea de los discos como un conjunto de canciones que se crearon en el mismo espacio, pero para hacerlo también necesitas componerlas con el mismo estado mental. Y el mío cambia cada seis o diez meses.

–Andrew: Creo que es la primera vez que nos nombran junto a Tool (risas). Realmente me gustan los álbumes cortos. Es como una declaración de intenciones más concisa, en lugar de abusar de la hospitalidad del oyente. Puedes ponerlo y disfrutarlo y luego cambiar a otra cosa. En cualquier caso, nuestra capacidad de atención es ahora más corta, por lo que tiene mayor sentido que un álbum dure poco, excepto para los fans de Tool, obviamente.

–Lo que sí parece evidente, y es algo que habéis ponderado, es que las letras son más optimistas que en discos anteriores.

–Ra: Sí, lo hicimos a propósito. Quería crear mi propia felicidad. Aunque al final de ‘Abnocto’ no me encontraba en un buen momento, decidí que tenía que añadir felicidad a mi vida a través de las canciones. Y funcionó. Me siento ahora mucho más cómodo en mi piel.

–¿Creéis que el público solo busca pasárselo bien al escuchar música, o quiere bailar y llorar a la vez por la letra de una canción?

–Ra: Hay muchas veces que siento que lloro y me río al mismo tiempo. Es como cuando miras una maravillosa obra de arte y puede hacerte llorar, quizás porque te das cuenta de que la humanidad es capaz de crear tanta belleza, pero también de tanto horror y estupidez. Así que para responder a la pregunta, diré que la gente lo que quiere es sentir algo, lo que sea.

–Andrew: A mí me gusta bailar y llorar a la vez. Creo que Robyn, por ejemplo, hace eso muy bien, y Eurythmics. Si todo es como muy dulce, al final resulta excesivo. Es mucho mejor que exista algún tipo de contraste.

–Con respecto a la música, leí que vuestra intención era volver al sonido de vuestros inicios y quizás ser menos serios y oscuros.

–Ra: No estoy seguro de que dijéramos exactamente eso, porque hay muchas canciones en el disco 'Around the sun' que son como muy serias y melancólicas. Pero todavía sentimos una especial predilección por los sonidos de aquel álbum. Hay canciones como ‘Gold in the fire’ que siguen estando muy presentes en mí, pero posee una melancolía que no quiero reproducir ahora.

–Andrew: Recuerdo que queríamos volver un poco a nuestro sonido original, un tipo de synthwave con un toque francés, exactamente como ‘Gold in the fire’, aunque lo hacemos de forma más positiva ahora.

–Aquí en España tenemos una frase célebre: «La noche me confunde». ¿Pero qué pasa con la medianoche? Tiene algo como especial.

–Ra: Es una palabra que tiene un trasfondo mágico. Se ha asociado con el misticismo en la literatura durante cientos de años. En la vida real, salir pasada la medianoche te pone en estado de alerta.

–Andrew: Me encanta la medianoche. Es el momento en el que decides si te quedas en casa, y te relajas, o sales fuera y sigues de fiesta. Tiene algo muy especial.

–En el momento de la grabación de un disco, ¿pensáis en cómo haréis sonar las canciones en directo o simplemente os centráis en que sean lo mejor posible, aunque luego sea necesario hacer pequeños ajustes para los conciertos?

–Ra: He intentado pensar sobre cómo tocar las canciones en directo al escribirlas, pero comprendí que no es una gran idea. Existen tantos obstáculos psicológicos al componer, que no es bueno introducir otra barrera que te ponga aún más difícil acabar la canción.

–Andrew: Yo sí que pienso en las canciones para el directo cuando las produzco. Unas veces aumentamos los beats por minuto y otras veo cómo la cambiaría para tocarla en vivo en comparación con la versión grabada. Es cierto que en ocasiones necesitamos rehacer las canciones para los conciertos, pero eso es porque no queremos sonar exactamente igual que en el disco. Lo encuentro aburrido. Es mejor que haya momentos inesperados y darle un empujón al ritmo de la canción.

–Madrid será la última parada de vuestra gira europea. Habéis elegido la Joy Eslava porque es donde ofrecisteis uno de vuestros mejores conciertos o, por qué no decirlo, el más memorable. Todo un aviso a navegantes.

–Ra: Totalmente. Hubo mucho amor en el ambiente la última vez que actuamos allí. Espero que la energía en la sala sea tan buena como aquella noche. Tocaremos algunas de las canciones de ‘Mid:Night’ y esperamos tener algún invitado especial sobre el escenario.

–Andrew: Me encanta tocar en la Joy Eslava. Afortunadamente, no creo que haya tantas lágrimas como la última vez, en la que Ra se marchaba a Australia por un tiempo indefinido y toqué muy triste la canción ‘Living without you’. Soy de lágrima fácil.

–Empezasteis a hacer música juntos en Londres hace diez años. ¿Dónde os imaginabais en 2019?

–Ra: Pensaba que ya viajaríamos en coches voladores (risas).

–Andrew: Me siento feliz de que podamos seguir haciendo música juntos y tocar para el público. Cada año que logro hacerlo, estoy muy agradecido.

–¿Cuáles han sido los mejores momentos durante todos esos años?

–Ra: Tocar en el festival de Coachella y ganar un premio de Los40 –Artista o grupo Los40 Trending– fueron dos momentos de mucha alegría.

–Andrew: Diría que colaborar con Dita Von Teese. Ha habido muchos grandes momentos.

–¿Y el peor? Quizás la ruptura del grupo, aunque solo fuera por unos meses, en 2015.

–Ra: Sí, fue un momento muy malo. Ahora también me siento bajo de moral porque una aerolínea –Transavia– perdió mi guitarra, micrófono, pedal de efectos vocales y kaoss pad. Pasé meses haciendo esa guitarra y espero volver a verla algún día.

–Andrew: Hemos pasado por malos momentos, pero como alguien famoso dijo una vez –Benjamin Disraeli–: «Never explain, never complain» («No des nunca explicaciones y nunca te quejes»).

–Ahora que habéis fichado por Warner, ¿cuál es vuestra opinión sobre las grandes compañías en comparación con los sellos independientes?

–Ra: Las grandes compañías pueden ser lentas a veces, pero también te ofrecen asesoramiento cualificado y buenos contactos.

–Andrew: Es muy diferente a ser independiente, pero hay aspectos muy positivos, como contar con más presupuesto para los videoclips y apoyo para los lanzamientos de los discos.

–En una entrevista con Cut Copy nos comentaron que ahora es más sencillo escuchar música en listas de producción, pero quizás nunca saber de quién es la canción. ¿Qué opináis de las plataformas de 'streaming'? ¿El disco está definitivamente muerto?

–Ra: Los discos en formato físico todavía tienen sus aficionados. Y me encanta esa gente. Tienen un cariño muy profundo a la música. Desde el punto de vista del ‘streaming’, los álbumes son ya algo casi sin sentido. Es como cuando la aplicación Apple notes todavía simulaba un papel de carta rasgado amarillo. Era engañoso. Pero a la hora de crear, como dije antes, todavía me gusta pensar en un conjunto de canciones, en una colección de historias cortas.

–Andrew: Me encantan las plataformas de ‘streaming’ y las ‘playlists’. Las uso ahora como mi radio y he descubierto gracias a ellas algunas gemas y a bandas muy interesantes. Ya no escucho muchos discos. Prefiero las ‘playlists’ en modo aleatorio.


Desde el punto de vista del ‘streaming’, los álbumes son ya algo casi sin sentido
— Ra Black

 –Después de publicar 'ReVision', con versiones de Blur, Beck y Nine Inch Nails, ¿hay alguna canción que sintáis que sea tan buena, si eso se puede decir, como la original? ¿Y alguna otra que se haya quedado en el tintero?

–Ra: Eso de «tan buena como la original» no debería ser una meta para nadie creativo. Es más bien añadir algo diferente para continuar la historia de la canción o elaborarla de otra manera. Esos si son buenos retos. Hay tantas canciones que me gustan que nunca intentaría versionarlas porque no creo que exista nada más que pueda decirse con ellas.

–Andrew: Creo que no se puede decir que es tan buena como la original porque sin ella, no existiría. No me importaría intentarlo con alguna canción francesa. De hecho, ya tengo unas cuantas ideas.

–Y en el caso de los remixes, que habéis hecho de Lady Gaga, Marina and the Diamonds, Ellie Goulding, Jamiroquai y Kylie Minogue, ¿diríais que son la muerte de la creatividad o una manera diferente de mostrar talento?

–Ra: Mi opinión es que no se trata de algo muy diferente a las versiones. Es otra gente añadiendo algo a la historia de la canción. La única diferencia es cómo de cerca los creadores de la original se relacionan o colaboran con los nuevos artistas. Con las versiones no suele ser una relación muy cercana, pero con los remixes sí sucede muy a menudo.

–Andrew: Me encantan los remixes. Creo que muestran un lado diferente de la canción. Como DJ hago un montón.

–¿Estáis trabajando ya en nuevas canciones?

–Ra: Habrá nueva música pronto.

–Andrew: ¡Sí!

–¿Hacia dónde intuís que camina la música? ¿Son Billie Eilish y Rosalía el futuro? ¿O lo es el trap?

–Ra: Billie Eilish y Rosalía son más bien el presente, y las encuentro totalmente estimulantes. En lo que respecta al futuro, no tengo una bola de cristal.

–Andrew: Sigo esperando el final del trap. Me gusta algo, pero hay demasiado en todas partes ahora mismo. Una vez estuve metido en un coche durante seis horas con alguien que solo ponía trap. Casi me vuelvo loco (risas).


Una vez estuve metido en un coche durante seis horas con alguien que solo ponía trap. Casi me vuelvo loco
— Andrew Armstrong

–Y como una banda que se formó en Londres, ¿cómo veis el futuro del Reino Unido?

–Ra: Lo cierto es que ahora paso la mayor parte del tiempo en Australia. Estoy contento de no tener que vivir en mi día a día con esa avalancha constante del 'Brexit'. Todavía cruzo los dedos para que se cancele.

–Andrew: Estoy muy preocupado por el 'Brexit' y el Reino Unido. Está ahora mismo en un momento desagradable y puede acabar destrozando a familias enteras. Es horrible.

–Donald Trump, Boris Johnson… Vivimos ahora mismo en un mundo loco. ¿Ha llegado el momento de que vuelvan los reyes y las monarquías al trono?

–Ra: Cuando empezamos Monarchy, pensé que veríamos el fin del interés en las monarquías reales en los siguientes diez años. No solo estaba equivocado, sino que incluso parece que ahora estamos en un ciclo regresivo de la democracia.

–Andrew: Seguro que todavía hay dinastías en el poder y la política. La monarquía no ha muerto, solo ha cambiado de nombre.