STRIM: «No estamos interesados en hacer radio desde el púlpito»
Javier Navarro y Nacho Criado, en la manifestación organizada en Madrid por Alerta Roja. / STRIM
Javier Navarro y Nacho Criado nos cuentan todas las novedades de la segunda temporada de www.soystrim.com, un proyecto multimedia enfocado en la música indie en el que la principal seña de identidad es la interacción con el público y con los propios grupos en conciertos exclusivos
Hasta hace no mucho tiempo, pensar en la radio nos llevaba a dibujar en nuestra mente una imagen que mezclaba aparatos obsoletos, personas un tanto desfasadas, probablemente de edad avanzada, o interminables búsquedas de diales que ¡ay de ti si algún día cambiabas o movías el receptor de posición! Sin embargo, internet, como en tantas otras facetas de la vida, trajo nueva vida a la radio. La aparición de los ‘podcasts’ hizo que dejásemos de depender de estar en el sitio y lugar necesario para poder escuchar algo que te pudiese interesar y democratizó los contenidos, pudiendo cualquiera que tenga un PC o un móvil exponer su producto al mundo. Javier Navarro (Madrid, 1997) y Nacho Criado ‘El Enterado’ (Madrid, 1979) llevan años bajo el paraguas de esta revolución que a tantos y tantos medios que no han sabido adaptarse ha ahogado. STRIM nació hace un año y ellos son su cara visible. A primera vista, podría calificarse como una radio ‘online’, pero ser la primera emisora en emitir 24 horas de música indie a nivel nacional es solo el punto sobre el que pivota un proyecto multimedia mucho más ambicioso. Estos días estrenan su segunda temporada y queríamos charlar con ellos sobre del estado de la música en general, además de comprobar por qué STRIM es el cambio que necesita la radio.
–Acabáis de comenzar nueva temporada en STRIM. Decidme antes de nada qué es STRIM, para aquellos que no lo conozcan y qué tal está siendo el arranque.
–Nacho: El germen del proyecto es la radio. En soystrim.com hay radio musical 24 horas, pero ese germen nos es imposible separarlo de nuestra naturaleza, que son las redes sociales y los eventos con artistas en los que el público esté cerca. No pretendemos ser el prescriptor hablándote desde ahí arriba y diciéndote qué disco te debe gustar. Te podemos decir que este disco nos encanta, pero queremos saber qué te parece a ti. Ese es el rollo de STRIM. Un proyecto multimedia integral en el que no puedes separar una cosa de la otra
–Javi: Somos todos los tópicos que te puedan decir los directores de marketing 360º. Tratamos todos los palos, pero el cambio, más que en cómo se hace la radio, que también, porque hasta ahora no hemos tenido un estudio fijo, es por el fondo. Nos gusta que quien nos escuche forme parte de STRIM. Antes nos hablaban de arriba para abajo. Nosotros queremos hablar de abajo para abajo. El pueblo para el pueblo.
–Nacho: En cada juego de Twitter, ‘playlist’ de Spotify o YouTube escuchamos a la gente. Todo es abierto y hecho entre todos. Más allá de que tenemos un criterio, y una opinión personal, no estamos interesados en hablar desde púlpitos
–El lema de STRIM es ‘La radio necesita un cambio’. ¿Cuál creéis que es ese cambio y por qué STRIM lo ofrece?
–Javi: Queremos que la gente se sienta parte de la radio y parte de una comunidad. La comunidad festivalera existe y la cantidad de amigos y contactos que surge de ella es muy grande. Lo que no existía era una plataforma, no solo radio, que los uniese. Lo que sucede en todos los medios de comunicación, y no únicamente en la radio, es que los líderes de opinión son figuras muy poco trasversales y demasiado elevadas como para tú imaginarte ahí. Nosotros hacemos eventos para 100 personas y luego nos hemos tomado las cervezas con quien se ha acercado a hablar con nosotros y darnos las gracias por llevar a Alice Wonder, Carmen Boza o Rayden, por ejemplo. Y no solo ahí, sino en cualquier festival. Lo que pasa es que existe una desconexión bestial entre quien escucha música y quien la difunde. Creemos que eso es un error para un medio, es un fallo de no comprender el concepto. Si no fidelizas una audiencia que se aparte de una comunidad real, cuando plantees apartados ‘premium’, por ejemplo, te vas a comer una mierda, con perdón.
–Nacho: Todo esto se traduce, junto al programador Noel Castro, que lleva detrás un trabajazo, en cambiar la rotación de las canciones que suenan en soystrim.com, de donde hemos sacado los temas más antiguos. Normalmente hacemos 70% de éxitos nacionales y un 30% de novedades y grandes temas indies internacionales. Mezclamos que suenen Ginebras, Carolina Durante, Anabel Lee o Ruto Neón junto con los clásicos. Además, esta temporada incorporamos dos novedades básicas para hacer de esa filosofía bidireccional algo concreto. La primera, poder pedir canciones, que dime tú dónde puedes pedir hoy día canciones indies y alternativas en una radio. Y la segunda, la presentación de canciones por parte de artistas de todo nivel y también gente de la escena musical: productores, trabajadores de agencias de comunicación, de salas, festivales… La idea es que toda la comunidad esté presente en la radio. Queremos diferenciarnos de la radio prescriptora de toda la vida y de la frialdad de Spotify.
–Javi: Queremos ser el punto de unión entre artistas, público y una parte esencial en este mundo que ahora empieza a visibilizarse, que son los trabajadores de este mundo.
“Mi generación no comparte para nada los modelos de la radio de los 90, que siguen siendo los que se llevan a cabo hoy. Hablar desde un púlpito debe ser muy triste”
–Vuestros programas de ‘radio clásica’ son en formato ‘podcast.’ ¿Algún día os gustaría hacer programas en directo?
–Javi: Una de las virtudes que tenemos en STRIM es que con muy poquito intentamos hacer mucho y además con cierto brillo. Lo que pasa es que el directo es meterte en camisas de once varas. Es un esfuerzo que probablemente no sea rentable. Preferimos pensar en otras plataformas para más adelante como podría ser Twitch. A mí me encantaría tener un ‘show’ semanal en Twitch con artistas participando. Pero son esfuerzos que conllevan recursos que preferimos enfocar en otras partes como Instagram, donde el resultado es siempre mejor. Por gustarnos, nos gustaría hasta organizar un festival.
–Nacho: Estamos en la era de la televisión a la carta y en estas cosas EE UU siempre va años por delante. Allí la radio ya empieza a ser bajo demanda. Evidentemente seguirán las radios nacionales con presupuestos millonarios que emitan en directo, pero no es nuestro modelo. Por recursos, obviamente, pero queremos que todo sea ‘online’ y digital. Paseando por mi pueblo puedo escuchar STRIM, pero si pongo la FM, se escucha solo Radio María.
–¿Qué tal funcionaban los ‘showcases’ que hicisteis prepandemia?. ¿Os gustaría retomarlos una vez se pueda o no tiene sentido pensar a seis meses vista?
–Javi: Es el formato que nos quita la espina del directo. Grabamos todo en directo y la gente lo escucha tal cual en casa en unos días. Y además de ellos, nos está viendo gente debajo del escenario que participa haciendo preguntas al artista. El formato es el directo, pero el consumo es bajo demanda. Lo primero que tenemos que hacer para que todo vuelva es rezar para que las salas sobrevivan al menos otros seis meses, porque muchas ya han cerrado. Y sí, estamos ya pensando en volver. El día 1 que se abran las puertas, estaremos ahí haciendo cosas. Por ahora vamos a rescatar los acústicos en directo. Tiene todo el sentido del mundo pensar a seis meses vista. Este verano ha habido un lapso de tiempo que se ha podido aprovechar y mi sensación es que gran parte de la escena no estaba atenta.
–Nacho: Teníamos un proyecto a punto de lanzar antes de la pandemia, el ‘STRIM on Tour’, con el que íbamos a hacer cosas en lugares como Valencia, con Santero y los Muchachos y La Habitación Roja. También queríamos ir a Murcia, un lugar muy especial para nosotros. Granada, Barcelona… Iremos caminando lo que se pueda, pero caminaremos. STRIM nació para ser una radio a nivel nacional. Modesta, ‘online’, alternativa… pero nacional
Second durante una actuación en un ‘showcase’ de STRIM. / Jorge Ferrer
–Volviendo a la distancia entre el locutor y el oyente y el acantilado entre los dos, hace años la opinión del locutor era primordial para poder vender a un grupo. ¿Os imagináis volviendo a aquella época?
–Javi: Yo, no. Yo recuerdo la lista de Los 40 Principales y poco más. Los tiempos han cambiado mucho y mi sensación es que los medios han perdido la batalla. Mi generación no comparte para nada los modelos de los 90, que siguen siendo los que se llevan a cabo hoy. Hablar desde un púlpito debe ser muy triste.
–Nacho: El mundo cambia, pero no del todo. El prescriptor sigue siendo el dinero, que compra números unos. Lo que antes era comprar el número uno de Los 40, ahora es meter la canción en 90 ‘playlists’. Pero esto es algo que concierne a la música comercial. El indie es un poco una miniindustria aparte. La gente en general no es estúpida. Valora que no se les engañe y que se sea natural. A todo el mundo nos encanta que nos escuchen porque todos tenemos nuestro ego, pero el modelo monolítico no creo que vuelva. Se ha reconvertido a lo tecnológico. Es como pagar para que tus productos estén en la estantería media del Mercadona, que se hace. Pues venderás, sí, pero si tienes un tomate frito muy bueno, tarde o temprano la gente lo comprará sin importar la leja donde esté. Hay que creer en las canciones.
“Creo que sería importante que pudiésemos conseguir un pacto de Estado para la cultura, incluyendo la música en vivo. Porque cultura no es solo el Palacio Real”
–La pareja que formáis Javier y Nacho sois un poco el fan más joven, con gustos más acordes a los tiempos que corren y el fan del rock e indie clásico.
–Javi: Somos un poco Pepa y Avelino. Hemos tenido varias noches así.
–Nacho: Uf, yo soy un poco Pepa y Avelino juntos (risas).
–Javi: La verdad es que nos complementamos muy bien todo el equipo. Dan (Millson, encargado de producciones externas) tiene mucho que decir, porque él es artista y de rollo folk y cantautor controla mucho. También está Fran (Gregoris, encargado de emisión y locuciones). Si solo hubiese un criterio sería muy aburrido.
–Nacho: El trabajo intergeneracional tiene mucho sentido. Es un topicazo eso de que solo puedes aprender de los mayores. Alguien mayor, que no yo, que soy ‘viejoven’, te puede aportar mucho. Pero yo de Javi o Noel he aprendido muchísimo. Hacemos buen equipo y STRIM no deja de ser también una llamada a la unión entre generaciones. En soystim.com suenan Niña Polaca y Carolina Durante y Second y Vetusta Morla. Eso es STRIM.
–Javi: Somos muy transversales. Nos escucha mi padre, de cincuenta años, y mis primos pequeños. Se genera un clima de unión y conciliación que es para lo que está la música.
El Kanka, junto a Javier Navarro, en un ‘showcase’ de STRIM. / Jorge Ferrer
–¿Qué noticia os gustaría dar?
–Javi: Que se vuelven a hacer festivales como los conocíamos. Pero no por la noticia en sí, sino por lo que significaría. Que yo me pueda volver a juntar con 10.000 personas significa que todo está bien.
–Nacho: Que haya un pacto de Estado para que nuestra cultura sea considerada como en Francia o Alemania. Sujetar las salas y a la gente. Te iba a decir que volviese Supersubmarina o The Sunday Drivers, pero creo que una cosa es lo que es jugoso como noticia y otra distinta lo que es transcendente. Creo que sería importante que pudiésemos conseguir un pacto de Estado para la cultura, incluyendo la música en vivo. Porque cultura no es solo el Palacio Real.
–¿Creéis que la cultura, en general, y la música, en particular, han sido maltratadas en los últimos meses?
–Javi: Los últimos meses lo que han hecho es visibilizar un problema que lleva con nosotros muchos años. Algo que se visibilizó un poco anteriormente con el accidente precisamente de Supersubmarina, porque dejó al descubierto los problemas que tienen los artistas. Porque si ellos trabajasen para una empresa privada o pública, ese accidente hubiese sido catalogado como ‘in itinere’ y sería laboral. En este caso, al tener esta regulación de mierda, quedaron desamparados. Lo que pasa estos meses es que las cosas han dejado de fluir. Cuando las cosas fluyen, los problemas se desvanecen y no te paras a pensar. Pero un modelo de negocio basado única y exclusivamente en el directo, en el que la música cuesta millones hacerla, pero se consume gratis con el fin de llegar a un concierto, es un sistema frágil.
–Nacho: Es obvio que para algunos la cultura no es prioritaria en este país. Y la música además es maltratada por ella misma. Si fuésemos un país, seríamos uno de estos del Este, con ricos aparcando cochazos delante de gente pidiendo. La música en España es muy desigual a todos los niveles, con mucho pirata, muchas cosas raras… Pero ahora mismo lo que se ha hecho es piña para salvar el barco. El ‘Titanic’ se hunde y si se hunde, caen los de primera clase y los de turista. Pero una vez nos salvemos, la gente que quedemos tenemos que hablar e intentar no volver a embarcar en otro barco enorme con gente en distintas clases. Es una discusión que espero que se tenga. Hay un convenio colectivo que resolver, más allá de que este ministro, esta Administración o la sociedad misma sean indolentes ante la cultura y la música.
–¿Pensáis que esta lección que nos está dando la vida hará que cambien las cosas?
–Javi: Sinceramente, no creo. No solo en la música, sino en general. Tenemos un problema estructural en España y en 2022 seguiremos dependiendo del turismo, la educación continuará siendo una mierda y el trabajo seguirá siendo presencial a pesar de que está demostrándose que podría no serlo. El español es el único animal que tropieza 35 veces en la misma piedra. En España mandan tres y en cuanto tres no quieran, las cosas no cambian. Pero es que encima dentro de nosotros existe desunión. Yo pertenezco a la plataforma Mute Madrid-Alerta Roja y te das cuenta que hay demasiadas discrepancias cuando es hora de tirar todos hacia el mismo lado.
–Nacho: Lo importante es la unión. Cuando hay unión, el poder, esté en el sector que esté, tiembla. O al menos traga lo que antes no hacía. El clima que vivimos hace unas semanas en la manifestación del sector era de unión total. Si ese clima se mantiene, si la plebe que sujeta este negocio como cualquier otro continúa presionando, habrá cambios. Pero también habrá gente que quiera pillar su parte de las ayudas que se den al sector y que todo siga igual.
–¿Qué plan personal al que le teníais más ganas os ha roto la pandemia?
–Javi: Seguir viviendo fuera de casa, que parece poca cosa, pero conforme está todo en Madrid, ha sido imposible. Y luego muchos proyectos que teníamos o firmados o apalabrados y no han podido salir. Pero no pasa nada. La actitud es pensar que debemos trabajar para conseguir estar otra vez donde queríamos en este 2020. Personalmente, que no económica ni socialmente, he salido reforzado de toda esta situación.
–Nacho: Yo diría la gira de STRIM y ver a The Killers por primera vez en mi vida. Pero ¿sabes qué pasa? Que llega el verano y no ves a los Killers, pero he podido ver a mis hijos jugar con mi padre tranquilamente en la puerta de la casa del pueblo y dices «joder, después de superar lo que llevamos pasado, esto está muy bien». Una cerveza con Javi, ver a los amigos… Es posible que esto suene intenso, pero es la verdad. Ver a tus hijos así merece mucho más la pena que un concierto de los Killers.
“Para el rock y para los grupos de corte festivalero que no tengan voz melódica, el modelo actual de conciertos con el público sentado no funciona”
–Estando en Madrid, donde todo se cuece, ¿cómo veis la situación de festivales para 2021?
–Javi: Cuanto antes empecemos a pensar que no va a haber festivales como los conocíamos el año que viene, antes empezaremos a buscar alternativas a ellos. Este año ha habido un esfuerzo brutal por parte de autoridades, artistas y trabajadores para que hubiese música segura, pero ha sido una fase muy beta. Y yo se lo perdono porque se ha hecho sobre la marcha. Pero hay mucho que trabajar. Yo no veo problema en ver un concierto sentado. Aunque hay ciertos sonidos que serán puteados, son los artistas los que tendrán que reinventarlo para adaptarse a la situación. Y en cuanto a dónde se hacen los conciertos, también hay que mejorarlo. No puedes hacerlos en cualquier barbecho con sillas blancas de la playa. Hay cosas que hay que cuidar. Las ha habido increíbles, como las que habéis tenido en Murcia Río o bajo el Cristo de Monteagudo. O Abre Madrid, en Ifema. Hay que dar al público una razón para pagar una entrada más cara, más allá de que el aforo sea reducido.
–Nacho: Respecto a los festivales, creo que es una cuestión de que se necesita efectivo para el día a día. Se sobrevive con el dinero pagado por conciertos que se sabe se tendrán que aplazar. Por otro lado, los ingleses para estas cosas van por delante, ya hablan de antígenos y hacer test rápidos. El jefe de Reading and Leeds habla de que el año que viene habrá test que te dan el resultado en cinco minutos. Espero que para 2021 sí habrá algo que te permita bailar, porque yo, a diferencia de Javi, prefiero el concierto de pie.
–Hay grupos con los que estar sentado no funciona…
–Nacho: Eso es. Carolina Durante, por ejemplo. El año pasado llenó dos veces La Riviera, 4.000 personas. Para este año tenía anunciado un concierto en el WiZink. Y a duras penas llenó 800 personas en Ifema hace unas semanas. Para el rock y para los grupos de corte festivalero que no tengan voz melódica, el modelo actual no funciona. Se buscarán formulas para que, aunque sea en ‘corralitos’, podamos levantarnos y echar unos bailes con los cuatro que puedas ir. Quiero pensar que podré ‘poguear’ aunque sea con el que tengo al lado. Tal vez parcelas de cien o doscientas personas en las que trazar fácilmente cualquier positivo… No sé. Pero habrá paso adelante.
–Me consta que tenéis especial simpatía por Murcia, su gente y su escena musical. El año pasado cubristeis el Big Up ‘in situ’. ¿Qué os parece la efervescencia musical que vivimos por aquí?
–Javi: Murcia es nuestra segunda casa. Ha sacado los últimos grandes grupos, pero es que los siguientes pueden venir de allí también. Gente como Mala Cotton, Daniel Sabater, Arde Bogotá, Ruto Neon, Trashi… Murcia es un lugar maravilloso. Murcia y el Big Up es exactamente la filosofía que busca STRIM. Concentrar a todo el tejido musical en un mismo sitio y crear comunidad. Cada año nos traemos varios grupos en la cartera que nos encantan. Eva McBel, por ejemplo. O Rey Lobo, que fue un descubrimiento espectacular para mí. El Big Up es la hostia. La ciudad debe apoyarlo al máximo, porque ¿sabes cuándo lo echará de menos? Cuando no esté. Tenemos que cuidarlo.
–Nacho: Para los grupos de Murcia es más importante este evento que cualquier otro festival local, sin desmerecerlos, que los hay y muy bien organizados. Hay que aplaudir a Son Buenos. No es sencillo trabajar en este mundo desde fuera de las urbes principales y ellos lo hacen a la perfección y un ejemplo es el Big Up. Nos gustan mucho los grupos que tienen. Yo creo que Arde Bogotá, a la espera de ver las canciones nuevas que saquen para redondear el repertorio, van a aspirar a la grandeza y a llenar aforos míticos tipo La Riviera. Por cierto, que hoy me he puesto de tono de llamada a Hoonine (risas). Carmen Alarcón tiene un talento increíble. En un mundo tan endémico como este, hacer que el talento salga de los centros malasañeros y llegue a los poderes mediáticos tiene mucho mérito y hay que ponerlo en valor.
–Aquí os esperamos con los brazos abiertos.
–Javi: Tengo muchas ganas de volver, pero sé que la próxima vez no va a ser igual. Porque faltará Dani (Vidal, del Backstage Mag, fallecido recientemente). Siempre se van los mejores. Va a ser distinto estar ahí y que no te lleve a un sitio a cenar o te saque una cerveza o lo veas siempre ayudando. Me emociona acordarme de él. Y desde aquí me gustaría mandar un abrazo a Diego Garnés, a la familia de Dani y a la de Son Buenos, que siempre nos han tratado genial.
–Y tanto que será distinto. Desde aquí, todos los que hacemos Alternavivo compartimos nuestro más sentido pésame y ánimos a nuestro amigo Diego y a la familia de Dani. No se va quien parte sino a quien se le olvida. Y a Dani será imposible olvidarle.