Capitán Cobarde: «Empezaron como una parodia, pero ahora hay que rebelarse contra los partidos de ultraderecha»

 

Alberto Romero (Capitán Cobarde).

 

Hace unos meses vio la luz ‘Camino de vuelta’, el nuevo disco del sevillano Alberto Romero, con quien hablamos acerca de la gira que acaba de comenzar, cómo es tocar siendo casi un hombre orquesta y qué sucede a su alrededor para que la vergüenza sea una parte crucial de su último trabajo


Hace unos meses se publicó ‘Camino de vuelta’, el nuevo disco de Capitán Cobarde, alter ego musical de Alberto Romero Nieto (Sevilla, 1983). El artista sevillano deja un poco de lado el folk americano-andaluz de sus anteriores trabajos para centrarse en un sonido más cercano al andaluz clásico, sin perder esa esencia del folk con sus letras ‘dylanescas’ que nos cuentan historias personales, divertidas y políticas. Albertucho nos habla desde cómo vivió la época de confinamiento hasta cómo ha sido volver a hacer música en directo en su ya estrenada nueva gira, que le llevará por gran parte de nuestro país.

–La primera pregunta es obligada: ya por fin estamos viendo la luz al final del túnel, pero en esa época turbia que tuvimos el año pasado, ¿cómo llevaste el confinamiento? ¿Te ayudó a componer canciones o parte de este nuevo disco, ‘Camino de vuelta’, nació en ese periodo de encierro?

–El confinamiento fue la época de mi vida donde más he trabajado. Sin duda. Aunque he estado en la carretera desde que tengo 18 años, estuve en contacto con el público a través de las redes sociales. Tengo un canal de YouTube (CapitanCobardeTV) donde ofrecía todos los días un programa distinto, incluidos algunos de cocina. Fue un curro espectacular. Evidentemente, también me dio tiempo a escribir, pero sobre todo me ha hecho contactar mucho con la gente que me sigue, a pesar de que siempre he sido desidioso en ese tipo de cosas.

 
 

–Y siguiendo el hilo de composición, muchos músicos nos han contado que componen mejor cuando pasan por una mala época personal o profesional. En tu caso, ¿cuál es el mejor momento para encontrar la inspiración a la hora de escribir canciones?

–Evidentemente, cuando nos pasan cosas malas y estamos tristes, tenemos más facilidad, porque somos unos lloricas al fin y al cabo (risas), pero no necesariamente tiene que ser así. Se puede escribir sobre cualquier cosa, cualquier noticia en el periódico o cosa que te llama la atención, que te despierta. Lo que hay que tener son ganas. Echarle mucho tiempo a tu profesión y tenerle mucho respeto. Es verdad que la tristeza siempre ha sido un medio perfecto para los poetas y para los románticos, pero creo que de cualquier cosa se puede escribir. Yo, por ejemplo, con mi amigo Astola, hemos hecho un disco sobre los destornilladores. En un par de días sin dormir hicimos un pedazo de álbum increíble pensando en un concepto que era el destornillador de ferretería. «Destornilladores de ferreterías, cuente con nosotros para toda la vida». Y hablábamos de cosas importantes como la amistad, la durabilidad y la fiabilidad. Esto es un ejemplo de que solo tienes que tener un concepto y ganas de contar cosas.

–Bueno, todos sabemos desgraciadamente lo mal que lo ha pasado la cultura y la música este año. Imagino que todas las bandas y músicos estabais deseando salir a la carretera para hacer lo que más os gusta, que es tocar en directo. ¿Qué tal fue esa vuelta a los escenarios durante el inicio de la gira? ¿Había más nervios de lo habitual?

–Sí, claro. Y respeto por subirte a un escenario. Aunque esto es una «manera de vivir», como dice la canción de Leño, al final es como montar en bici, pero sí es verdad que se le tiene un respeto. Sobre todo es por la ilusión.

 
 

–La gira (que pasará este año por Málaga, el 10 de diciembre, y Sevilla, el 17 ) cuenta, de momento, tanto con conciertos con banda como en solitario. ¿Esto se debe a las medidas que cambian por comunidad o simplemente que te apetecía hacer los dos formatos?

–He trabajado así siempre desde que empecé, combinando conciertos con mi banda (Los niños perdíos) o con la que tuviera en ese momento, con mucho concierto acústico. Acústico entre comillas, porque llevo el bombo, la pandereta, el piano, el banjo y el ukelele. Siempre me ha gustado ir a tocar solo también, y depende de la ciudad. Y bueno, es una manera más de ganarse la vida.

–Y en los conciertos que habéis hecho hasta ahora, ¿vuestro directo ha cambiado debido a la situación actual?

–Es verdad que es como más ‘aburriete’ y el ‘feedback’ no es el mismo con la gente. Y el público es el 50% del concierto. Pero vamos, cuando uno lo tiene claro hace su concierto con toda la ilusión del mundo y canta sus canciones. Pero no es excusa, hemos venido a jugar y vamos a darlo todo, como decían en los programas de la tele.


Mi productor, ‘El Ratón’ de Los Deliqüentes, me dijo: «Tú eres el Dylan de aquí de Sevilla y el Dylan de Sevilla no puede tocar con una guitarra de pijos»
— Capitán Cobarde

–Volviendo a las nuevas canciones, se nota un gran cambio sobre todo a nivel sonoro con respecto a tu último disco de estudio, que fue ‘Carretera vieja’. ¿Ha cambiado la producción o la forma de grabar para este ‘Camino de vuelta’?

–La producción ha sido totalmente distinta. En los discos anteriores me había basado mucho en sonidos acústicos, mucho más pegado a lo que es la música americana ortodoxa. Para este, de repente ha cobrado mucho más protagonismo la guitarra flamenca, que es una cosa que no había grabado nunca ni en Albertucho ni en Capitán Cobarde. Nunca había aparecido una guitarra flamenca. El productor, Diego Pozo, ‘El Ratón’, de Los Delinqüentes, fue el que me dijo: ‘Tú eres el Dylan de aquí de Sevilla y el Dylan de Sevilla no puede tocar con una guitarra de pijos» (risas). Me aconsejó que tenía que coger una guitarra de palo. Y al final sustituir la acústica, que ha sido mi guitarra de toda la vida, por la de palo, es lo que le da esa sonoridad al disco y que suene mucho más andaluz. Y bueno, también guitarras eléctricas, que llevaba dos discos prácticamente solo acústicos.   

–Dentro del disco encontramos colaboraciones como Ana Boheme en la canción ‘El juguetito’ y Astola y El Ratón en ‘Todas las mañanas’. ¿Podremos ver también alguna colaboración o sorpresa en algún concierto a lo largo de la gira?

–Seguro. Según la ciudad vendrán amigos de un lado o de otro. En Madrid seguramente venga algún amigo de aquí artista, cuando vaya a Burgos, llamaré a La M.O.D.A. y cuando vaya a Navarra, a Kutxi Romero.

–El disco pone broche con el tema ‘Vergüenza’, una canción que publicaste a inicios de 2019 a voz y guitarra con Astola, pero que esta vez la podemos escuchar con banda. El pasado 28 de octubre se publicó un nuevo videoclip de esta canción que es un viaje visual espectacular. Evidentemente le tendrás un cariño especial y distinto a cada canción del disco, pero, ¿puede que ‘Vergüenza’ sea el tema más sentido o el que más abandera ‘Camino de vuelta’?

–Yo diría que la primera canción y la última son las que más abanderan el disco. Una habla de una situación mía más personal ante las cosas que te encuentras como es ‘Camino de vuelta’. La desilusión y la pérdida de amigos. Esas cosas que pasan en la vida y que duelen. Y después está la última, que es ‘Vergüenza’, que habla del desencanto y de todo lo que está pasando a nivel político y de la vuelta de los partidos de ultraderecha. Al principio eran una parodia y ahora se están convirtiendo en partidos importantes votados por muchos ciudadanos. Eso es desalentador y hay que rebelarse.  

 
 

BONUS TRACKS

1. ¿Qué disco ha marcado más tu carrera?

‘Blonde on blonde’, de Bob Dylan.

2. ¿Cuál fue la primera canción que aprendiste a tocar?

‘Mili KK’, de los Reincidentes.

3. ¿Qué banda nunca faltaría a un festival organizado por ti?

Albert Pla.

4. ¿Tu mejor recuerdo musical?

El día que teloneé a Bob Dylan en Mérida en el año 2008.

5. ¿Qué canción debería sonar en un bar para que decidieras irte?

Cualquiera de bachata-reguetón.

6. ¿Cuál fue la última vez que te pusiste nervioso al conocer a alguien?

Con Ignatius Farray. Cuando eres fan de alguien, pues te pone nervioso conocerlo.

7. C. Tangana te llama y te pide una colaboración para una canción. ¿Qué contestarías?

Voy a ser honesto. Le tengo en estima porque es un tipo que hace lo que quiere y lo que le gusta y me parece perfecto. Pero el otro día vi un documental sobre Lola Flores y le preguntaron sobre la faceta franquista de Lola Flores y él dio una respuesta que no me gustó. Dijo: «Bueno, ¿y quién no era franquista en esa época?». No me gustó. Ahora mismo le diría que no. Cuántos muertos, cuánta gente exiliada, muchos artistas y muchos copleros se tuvieron que ir, como Miguel de Molina. Igual el chaval es encantador, pero me desencantó esa respuesta suya. Hombre, si hablara con él y me explicara su respuesta, igual le diría que sí.