Hinds: «Coachella tiene demasiada buena publicidad»

De izq. a dcha., Carlotta Cosials, Ade Martín, Ana Perrote y Amber Grimbergen, en el ‘backstage’ de su concierto en Belfast, en febrero. / NEELAM KHAN VELA

De izq. a dcha., Carlotta Cosials, Ade Martín, Ana Perrote y Amber Grimbergen, en el ‘backstage’ de su concierto en Belfast, en febrero. / NEELAM KHAN VELA

La banda madrileña inicia esta semana en Barcelona una minigira para presentar su último disco, ‘The prettiest curse’; Carlotta Cosials nos cuenta todos los detalles sobre las nuevas canciones y el cambio de sonido hacia un pop más refinado que «no solo busca que la gente haga ‘crowdsurfing’»


«¿Puedo decirte algo sobre ti y tu banda? Estoy seguro de que te encantaría escuchar mi consejo… Siempre sonáis desafinadas y no hay lugar para vosotras». Son algunos de esos comentarios condescendientes que Carlotta Cosials, Ana Perrote, Ade Martín y Amber Grimbergen, Hinds, han escuchado a lo largo de los años, especialmente en sus inicios en España, y que han inmortalizado en la letra de la canción ‘Just like kids (Miau)’, una de las más interesantes de su nuevo disco, ‘The prettiest curse’, publicado el pasado 5 de junio, aunque inicialmente previsto para el 3 de abril (todos sabemos el motivo del retraso).

En el que se convierte ya en su tercer LP (los dos anteriores son ‘Leave me alone’, de 2016, y ‘I don’t run’, de 2018), la banda madrileña se quita la etiqueta de garage lo-fi para abrazar sin complejos un pop menos crudo y «más colorido», uno que no se limita a buscar «que la gente haga ‘crowdsurfing’ constantemente», con la producción de la norteamericana Jennifer Decilveo, conocida por sus trabajos con The Wombats, Beth Ditto (de The Gossip), Albert Hammond Jr. (de The Strokes), Bat for Lashes y Demi Lovato. La misma frescura e inmediatez, y buenas melodías, de siempre, aunque con otro envoltorio y una mayor profundidad gracias a que se lo han tomado todo, tanto la composición como la grabación, con calma. Y con más presencia del castellano (porque les apetecía, no por marketing), aunque el inglés sigue mandando en las letras (que buscan contar su realidad y hablar sobre temas más allá del amor), y mayor peso de los sintetizadores, algo que queda muy claro en ‘Good bad times’ desde el principio.

Hablamos con Carlotta Cossials (Madrid, 1991), cantante y guitarrista, sobre el nuevo LP, el primero con Sonido Muchacho como agencia de ‘management’, y la minigira que la banda realizará por España para su puesta de largo, con citas en Barcelona (este sábado, 1 de agosto), Castellón (27 de agosto), Valencia (28 de agosto), Madrid (10 de septiembre) y una todavía por anunciar (5 de septiembre), en la que no solo estrenarán las nuevas canciones, sino que incluso darán un toque diferente a algunos de sus clásicos. Pero eso sí, que nadie espere un concierto acústico, simplemente a las nuevas Hinds.

–¿Por qué ‘The prettiest curse’ significa un antes y un después para vosotras (es evidente que se trata del disco más diferente en cuanto a sonido, más cercano al pop)?

–Porque es el primer álbum en el que nos hemos volcado en la producción y en darle profundidad. Es el primero que da tanto gusto escuchar, porque lo puedes poner a todo volumen en el coche y los agudos no acaparan el protagonismo, y eso es algo que solo nos pasaba con ciertas canciones. Y es el primer álbum que hemos trabajado más allá de lo que ya sabíamos; nos hemos puesto una meta muy alta y hemos salido enriquecidas de la experiencia.

–¿Qué habéis querido contar y hacer musicalmente con este nuevo álbum?

–Queríamos mezclar realidad con utopía en todos los planos, tanto musicales como visuales. A mi parecer es un álbum más colorido y sabroso que los anteriores, tanto en lo que contamos en las canciones como en su sonido.

 

Listen to The Prettiest Curse on Spotify. Hinds · Album · 2020 · 10 songs.

 

–Entonces, ¿qué peso ha tenido una productora como Jennifer Decilveo, acostumbrada a trabajar con artistas más comerciales, en unas canciones que se alejan del garage lo-fi con el que os habían etiquetado? Se podría decir incluso que en este disco gritáis menos.

–Lo de ‘gritar menos’ ha sido decisión nuestra. Ana y yo nos hemos esforzado en escribir los temas en un ambiente más calmado, más tranquilo [se tomaron hasta diez meses, en lugar de uno o dos entre gira y gira, para componer], sin acotarnos a hacer canciones para que la gente haga ‘crowdsurfing’ constantemente o algo así. Pero, por su parte, Jenn ha sido clave para el sonido. Tener confianza plena en la productora nos ha abierto una puerta creativa enorme y nos hemos atrevido a cosas que antes nos parecían impensables.

–Precisamente, una de las canciones que más han llamado la atención es ‘Just like kids (Miau)’, en la que os atrevéis a relatar todos esos comentarios y ‘consejos’ que habéis recibido a lo largo de vuestra trayectoria. ¿Habéis llegado ya a ese punto en el que os da igual lo que digan de vosotras, de que duden de vuestro talento, y os lo tomáis con humor?

–El otro día en un bar de Madrid una pava me quitó la silla (dos veces) y acto seguido me dijo: ‘¿Tú te llamas Carlotta, no?’. ‘Eres la del grupo ese...’. Le dije que sí a ambas cosas y me senté de espaldas a su grupito y empezó a hacer un repaso de nuestra historia diciendo que éramos una mierda y que ella nos conocía realmente por las parejas que habíamos ido teniendo, etc. Para responder a tu pregunta, concretamente ese día no me dio igual. Depende muchísimo de la situación y de cómo te pille. A veces saltas y a veces te ríes.

 
 

–¿Qué sensaciones os ha generado publicar el disco, que tuvo que retrasarse dos meses, en un panorama como el actual? ¿Os llegasteis a plantear dejarlo para 2021, dadas las dificultades para hacer una gira en condiciones por la cancelación de vuestros conciertos en Estados Unidos y de los grandes festivales?

–Ha sido una sensación agridulce sacar a la luz algo que, en un principio, no íbamos a poder dar vida en un escenario. Por eso también estamos realmente ilusionadas con las poquitas fechas que tenemos este verano. Sentir en directo la reacción del público va a ser algo increíble.

–¿Cómo serán los conciertos de Hinds en la ‘nueva normalidad’? Muchos grupos han optado por un formato acústico o semiacústico para unos escenarios más pequeños con el público sentado, pero vuestro punto fuerte siempre ha sido una puesta en escena enérgica.

–No serán como en la ‘vieja normalidad’, eso seguro, porque tenemos un nuevo disco que tocar y, por lo tanto, un nuevo directo. Ahora llevamos teclado, una SPD [para lanzar sonidos en directo] y hemos dado un buen repaso a varias canciones antiguas. Igual, igual que antes es imposible que sea. Pero acústico no es.

–La realidad es que la mayor parte de los ingresos de las bandas ahora vienen de los directos, y en vuestro caso leí que incluso ganabais mucho con las camisetas que se venden en los conciertos. ¿Crees que no se ha apoyado lo suficiente al mundo de la cultura durante la pandemia y que la situación actual ‘enterrará’ a muchos grupos?

–Desgraciadamente sí. Nosotras mismas estamos bastante ahogadas, pero como tantos otros sectores. No me gusta hablar de este tema, la verdad.

–Hace tiempo nos contó el productor Carlos Hernández que el grupo al que le gustaría producir alguna vez en su vida es Hinds. ¿Ha habido algún acercamiento estos meses que has acompañado de gira a Carolina Durante –él es el ingeniero de sonido en directo de la banda y ella, la pareja del cantante, Diego Ibáñez– para trabajar juntos?

–Carlos Hernández es genial. Te juro que oír un audio suyo contándome lo que sea me da como tranquilidad. ¡Y sí que nos ha producido una canción! Una colaboración que saldrá este verano. ¡Ya la escucharéis!

–¿Le has agradecido ya lo suficiente que te cambiase la configuración del sonido del móvil para escuchar Spotify en estéreo?

–Uy, ¡esto es hacer bien los deberes! No hay manera de agradecer eso lo suficiente. Voy a escribirle una vez más (risas).

[La historia, más o menos, es que Carlotta, en la típica actualización traicionera, se le cambió la configuración del sonido del móvil de estéreo a mono y fue Carlos Hernández el que se dio cuenta cuando ella se lo dejó para que escuchara una canción que le gustaba. Y eso lo contó en un directo en Twitch, donde hizo recomendaciones musicales o jugó al ‘Crash Bandicoot’ durante el confinamiento. Para conocer sus reflexiones sobre la vida en general está su blog. Como por ejemplo su respuesta a todas esas personas a las que les encanta decirle a la cara que antes les caía mal: «Tienes que preferir caer bien a la gente, pero no necesitarlo» (frase de su abuelo)]


Cuando empezamos el grupo no sabíamos que íbamos a generar tantísimo interés fuera del país, pero poco a poco no nos quedó más remedio que creérnoslo
— Carlotta Cosials

–¿Qué fue lo primero que os vino a la cabeza cuando ‘The prettiest curse’ alcanzó el ‘top 5’ de los discos de vinilo más vendidos en el Reino Unido?

–Estas tonterías de ‘rankings’ y números a veces me hacen muy feliz.

–Lo digo porque siempre se añade la coletilla de que sois el grupo español más internacional. ¿Veis ya ese mercado como vuestro verdadero objetivo? Aunque ahora también habéis apostado por meter algo más de castellano en las canciones.

–Cuando empezamos el grupo no sabíamos que íbamos a generar tantísimo interés fuera del país, pero poco a poco no nos quedó más remedio que creérnoslo. Decir que es nuestro «verdadero objetivo» se me hace raro. Es un objetivo más costoso, eso desde luego, en cuanto a tiempo, esfuerzo y dinero, pero aun así no lo cambiaría por nada. El verdadero objetivo para mí sería tratar de hacer algo equilibrado entre el tiempo que invertimos dentro y fuera de España, teniendo en cuenta que el resto del mundo es mucho más grande que un solo país, claro.

Los «chascos» con los ídolos

–¿Con qué recuerdo os quedáis de vuestras giras con grupos como The Strokes y actuaciones en festivales internacionales míticos como Glastonbury y Coachella? ¿Las experiencias con artistas que idolatráis suelen ser más bien decepcionantes? 

–Yo no me decepciono fácilmente, la verdad. Pero sí sé que Ana, por ejemplo, se ha llevado varios chascos conociendo a nuestros ídolos, ya sea por una cosa o por la otra. Los Strokes no nos han decepcionado ni lo más mínimo; Coachella, en cambio, sí. Tiene demasiada buena publicidad.

–¿En qué punto os gustaría estar dentro de, digamos, diez años?

–Quiero que sigamos sanas y escribiendo y sacando discos y querría hacer un campamento de rock para chavalines, y también escribir un libro y haber visitado Nueva Zelanda. Me gustarían un montón de cosas, diez años son muchos.

–Y para acabar, ¿alguna recomendación de un disco para escuchar en casa en vistas de lo que pueda pasar?

–Me sigue gustando muchísimo, y lo mencionamos bien poco, el primero de Fat White Family, ‘Champagne holocaust’.