God Is An Astronaut: «Con la música se llega más adentro que con las palabras»
La banda irlandesa ofreció cuatro conciertos durante el mes de mayo en España para presentar su último disco, ‘Ghost Tapes #10’; hablamos con Torsten y Niels Kinsella y Jamie Dean en la previa de su actuación en el Garaje Beat Club de Murcia sobre sus veinte años de trayectoria, de lo que supone el regreso a la normalidad en los directos y cómo sus canciones recogen todo tipo de vivencias y transmiten sentimientos sin necesidad de letra
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ, ÁLVARO RABADÁN y CHARLY PIAZZA
Un martes no parece, a priori, el día más oportuno para ir a un concierto, pero es lo que tienen las giras internacionales. El pasado 17 de mayo tuvimos la oportunidad de disfrutar en primera línea de la actuación que ofreció la banda irlandesa de post rock o space rock (aunque no les gusten las etiquetas) God Is An Astronaut en el Garaje Beat Club de Murcia. La cita llegaba con casi año y medio de retraso, desde las fechas iniciales de diciembre de 2020, por las consecuencias que todos ya conocemos de la pandemia. Y aprovechando su visita a España, donde también tocaron en Bilbao, Madrid y Barcelona, acompañados de los suecos Oh Hiroshima, charlamos con tres de sus miembros, los hermanos Torsten (guitarra) y Niels Kinsella (bajo), cofundadores del grupo, y el guitarrista/teclista Jamie Dean (quien ha regresado para esta gira tras un pequeño paréntesis), minutos antes del concierto.
Con esa amabilidad que suele caracterizar a los irlandeses, hicimos la entrevista a 100 metros de la sala, en el exterior, con un sol que en Murcia ya parece más propio del verano. Su plan original era tocar de arriba abajo su disco más brillante y conocido, ‘All is violent, all is bright’, pero finalmente con el cambio de fechas les ha dado tiempo a publicar nuevo trabajo, ‘Ghost Tapes #10’, y llegar en el momento preciso para celebrar su veinte aniversario como banda. En los quince minutos de entrevista nos dio tiempo a repasar cómo ha sido la vuelta a los escenarios dentro de esa aparente normalidad que ha llegado de golpe con una enorme oferta de conciertos y festivales (nuevos y atrasados) para estos meses y todas esas dificultades por las que han pasado los músicos en ese tiempo en ‘stand by’, por lo poco que pagan las plataformas de ‘streaming’. Además de mirar hacia atrás y reflexionar sobre una trayectoria de dos décadas, con diez discos (nueve álbumes y un EP, y pendientes de publicar una producción en vivo de su debut, ‘The beginning of the end’, el próximo 15 de julio), en la que se han convertido en un auténtico referente de la música instrumental y han demostrado que no necesitan recurrir a las palabras para conectar con el público.
–Parece que las giras han vuelto ya a la normalidad, sin distancia social ni mascarillas, de forma definitiva. ¿Es como un nuevo comienzo para las bandas?
–Torsten: Hemos hecho ya unos cuantos conciertos desde que la pandemia más o menos ha remitido, aunque sigue estando presente de muchos modos. Desde que comenzamos la gira, hemos tocado en el Reino Unido, en Alemania y Polonia, y ahora estamos como en la segunda mitad.
–Niels: Creo que las restricciones en el Reino Unido e Irlanda se eliminaron mucho antes que aquí. Por lo que para nosotros ha sido como una vuelta a la normalidad. Aunque al venir a España seguimos viendo a gente con mascarillas y todas esas medidas de protección, algo que ya no ocurre en Reino Unido o en casa. Allí ya nadie lleva mascarillas. Creo que no me pongo una desde febrero.
–Torsten: En Alemania sí que vimos mascarillas y en Portugal también. Pero Inglaterra sí que está un paso por delante de cualquier otro país. E Irlanda ocuparía probablemente el segundo puesto, aunque siempre puede producirse una nueva ola de Covid. Esperamos que no afecte a la música y a los conciertos en directo. Esa es nuestra esperanza.
–Vuestra gira española estaba prevista inicialmente para diciembre de 2020, y teníais planeado tocar entero ‘All is violent, all is bright’, pero todo tuvo que posponerse por la pandemia. ¿Qué ha cambiado en todo este tiempo en la banda y cómo se ha reflejado en las nuevas canciones?
–Torten: La verdad es que la mitad del disco estaba ya escrito antes de que la pandemia irrumpiera, aunque lo grabamos cuando ya estaba presente. Creo que eso añadió un poco más de intensidad y de esa energía claustrofóbica que se originó durante esos momentos. Además, en lo que respecta a los conciertos, un montón de bandas han tenido dificultades para volver a atraer al público. Nosotros podemos decir que hemos sido muy afortunados, consiguiendo llenar en la mayoría de los sitios. Probablemente España sea el país en el que hemos tenido más problemas para vender entradas. Imagino que es porque la pandemia ha golpeado fuerte aquí, más todo lo que está sucediendo en estos momentos en el mundo. El coste de la vida ha subido y en España se ha notado especialmente, pero nuestros fans están acudiendo a los conciertos y todo está marchando realmente bien. Podemos decir que somos muy afortunados en comparación con otras muchas bandas.
–Estados Unidos es otro país en el que siempre habéis comentado que es difícil que las giras sean rentables.
–Niels: Sí. Cuando viajas a Estados Unidos, tienes que contar con los impuestos federales, que suponen un 30%; los estatales, que pueden variar del 5% al 10%, más otro 10% para el agente de ‘booking’. Lo que llega ya al 50%. Es cierto que puedes recuperar parte del dinero de los impuestos federales, pero necesitas rellenar un montón de papeleo, por lo que para cuando lo solicitas, ya te has gastado más dinero de lo que realmente te van a devolver. Es muy complicado. Y luego está el tema de los visados, que cuestan mucho. No solo para los miembros de la banda, sino para todo el equipo. La última vez que fuimos nos costó unos 14.000 euros para todos. Por lo que es un gasto enorme antes incluso de poner un pie allí o tocar la primera nota, entre los vuelos, los visados, los impuestos… Se te van 20.000 euros fácilmente.
–Torsten: La mitad de los ingresos desparecen solo con los impuestos. Es muy complicado ganar dinero en Estados Unidos. El mero hecho de no acabar arruinado es ya un éxito, y eso que tenemos un gran público allí. Nos gustaría volver en cuanto podamos, pero eso va a tener que esperar por el momento, que ganemos de nuevo dinero de nuevo a través de esta gira.
«Spotify no paga bien»
–Los conciertos se han convertido en la principal fuente de ingresos para la mayoría de las bandas. La pandemia lo ha puesto todavía más en evidencia, visto lo poco que se cobra por el ‘streaming’.
–Torsten: Al no poder salir de gira, hemos dependido completamente de Spotify y Apple Music para tener ingresos, y de YouTube y ese tipo de plataformas. Pero como todos saben, Spotify no paga bien.
–Niels: Diría que no es la peor. YouTube Music y otros servicios pagan incluso menos. Son los que más cobran a sus clientes y los que menos pagan a los artistas. Existe un problema generalizado con el ‘streaming’. Resulta que aunque seas el dueño de tus grabaciones, y nosotros lo somos de nueve de un total de doce, no ingresas demasiado. Es más o menos lo que puede ganar un artista que firma con un sello y que solo consigue los ‘royalties’. Y es muy poco. En Spotify, si consigues un millón de reproducciones, ganas como máximo unos 700 dólares. Aunque suele ser de media mucho menos, unos 300 dólares. No tiene ningún sentido.
–Torsten: Ingresábamos más dinero a través de iTunes que con Apple Music. Cuando la gente pagaba por la descarga, ganabas más que a través del ‘streaming’. Creo que no ha sido una buena idea el cambio.
–Niels: Con iTunes todo era más ventajoso. Con el modelo de Apple Music ganamos hasta cinco veces menos con respecto a cuando la gente pagaba por el MP3 o por la descarga.
–Al final va a resultar más rentable el modelo ‘paga lo que quieras por el disco’ de Radiohead
–Niels: Eso es más o menos lo que hacemos en Bandcamp. Es nuestra plataforma favorita. La mayoría de nuestro material sigue el modelo ‘name your price’. Pueden descargarlo de forma gratuita o poniendo el precio que quieran. Creo que eso funciona mejor, porque el que tiene dinero, paga más, y si no, pues se lo descargan por una cantidad inferior. Al final se equilibra. Funciona mejor.
–Jamie, ¿qué tal ha sido tu regreso a la banda?
–Jamie: Fantástico. Muy bien. Me tomé un par de años de descanso para ordenar mis ideas. Y estoy muy agradecido de estar ahora de vuelta. Todo marcha muy bien. La respuesta en los conciertos y en lo que va de gira ha sido muy positiva. Me alegro de formar parte de ello de nuevo.
–¿Echabas de menos el ruido de GIAA en los conciertos?
–Jamie: Por supuesto (risas).
–Niels: ¿Es suficientemente ruidoso, no?
–Jamie: Sí (risas).
Fotos del concierto en el Garaje Beat Club: Charly Piazza
–Como banda instrumental, ¿creéis que la música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras?
–Torsten: Sí. Siempre decimos que nuestra música es esencialmente como una instantánea de por lo que estamos pasando en ese momento. Hay muchos ejemplos en el anterior álbum, ‘Epitaph’, con una canción –‘Oisín’– inspirada en la prematura muerte de uno de nuestros primos pequeños. O temas como ‘Forever lost’, del disco ‘All is violent, all is bright’, que intenta mostrar esos bellos momentos que nunca volverán a suceder. Hemos compuesto mucha música sobre cómo nosotros, como personas, reaccionamos a lo que nos pasa.
–Niels: Pienso que podemos expresar mejor lo que queremos a través de los instrumentos que a través de la voz. Y hemos tocado antes en bandas con cantante, pero realmente no conectaba con nosotros o con nadie más. Esta banda se convirtió en la primera en la que conectábamos con el público.
–Jamie: Considero que con la música se puede llegar a la gente a un nivel más profundo que con las palabras. Puedes expresar más con la música y la melodía de lo que podrías hacerlo en cualquier idioma y con cualquier palabra. Por eso la música instrumental funciona tan bien en cualquier país, sin ninguna barrera lingüística. Cualquiera puede identificarse con ella.
–Eso es fundamental. Realmente no existe ninguna barrera con el público.
–Torsten: Sí, aparte de que las letras y las voces son como una habilidad diferente, funciona de una forma distinta, y es algo en lo que no nos hemos especializado. Escribir buenas letras y hacer que funcionen dentro de la música es un arte en sí mismo. Como dice Jamie, nos ceñimos a lo que mejor sabemos hacer y es algo que conecta con el público..
–Aunque me imagino vuestra respuesta, solemos preguntar a los artistas si les resulta más sencillo componer cuando están felices o tristes.
–Torsten: Probablemente cuando no estoy en mi mejor momento, por lo menos para God Is An Astronaut.
–Niels: La mayoría de las canciones las compusimos cuando pasamos por un momento duro. Creo que estás más inspirado en ese punto. Si estás muy feliz y contento, ves la televisión, juegas a la Xbox ‘online’ o haces lo que sea.
–Torsten: La música es un proceso terapéutico para nosotros. Si pasamos por un mal momento, la música siempre está ahí, como respuesta y cura. Si estás contento, puedes escribir canciones como ‘Fire flies and empty skies’. Pero lo normal es que lo hagamos en los momentos más oscuros. Es cuando sentimos que componemos mejor.
–Después de diez discos, ¿qué es lo que hace diferente a ‘Ghost Tapes #10’ del resto?
–Niels: Creo que lo más importante de ‘Ghost Tapes #10’ es que cuando compusimos varias de las canciones, queríamos tocarlas antes en directo que grabarlas. No pudimos por la pandemia. Así que dejamos el Axe-Fx II [un procesador de efectos digital para guitarra] y volvimos a recurrir a los amplificadores [según nos contó Torsten tras la entrevista, estaban usando durante la gira unos amplificadores Orange que les proporcionaba un sonido más potente]. Queríamos que todo sonara lo más vivo y enérgico posible. Echábamos mucho de menos tocar en directo durante todo aquel periodo en casa y la gente también tenía ganas de conciertos, por lo que nos replanteamos lo que era realmente importante. Y en un concierto eso es la propia actuación. Y a eso es a lo que queríamos volver. La mayoría de las canciones las grabamos en una toma en directo, porque queríamos mantener esa energía, y que no sonara demasiado perfecto. ‘Ghost Tapes #10’ buscaba transmitir esa energía del concierto. Por eso es más heavy y crudo. Aunque en directo las canciones suenan aún más heavy que en el disco.
–Torsten: La banda tiene su propia personalidad. Y este disco trata de captar a cada uno de nosotros individualmente. Lloyd (Hanney, el batería) tiene un estilo único, al igual que Niels, Jamie y yo mismo. Y todos juntos tenemos nuestro rollo. Eso es lo que tiene ‘Ghost Tapes #10’. A nivel musical, queríamos componer algo que fuera más agresivo, especialmente tras un disco como ‘Epitaph’. Buscábamos alejarnos de ese tono deprimente, oscuro y fúnebre. El disco fue una forma de seguir adelante, aunque manteniendo la rabia y la intensidad que había crecido en nuestro interior.
–Tras una trayectoria de 20 años, ¿existe algún objetivo o reto que sintáis que os falta por cumplir?
–Torsten: Existen muchas cosas que todavía no hemos logrado, aunque si nos importa o no conseguirlo, es otro asunto. Nos gustaría un mayor reconocimiento en Irlanda, pero es algo que ya no me molesta. Me gustaría tocar en alguno de los festivales de casa, especialmente por el 20 aniversario de la banda, pero como suele ser habitual nos han dejado fuera de los carteles. También alguna actuación más en la televisión. Pero así en general, diría que tocar en más festivales, como Glastonbury o Benicassim, aquí en España.
–Bueno, eso era antes, Ahora más bien los buenos son Mad Cool y Primavera Sound.
–Torsten: Pues en esos. La idea es estar en más festivales. Cuando tocamos en directo, creo que cualquier público lo disfruta. Nuestra música encaja en cualquier festival. Así que nos gustaría tener más oportunidades, eso es lo que más deseamos.
Sin rastro del batería
–¿Cuáles son vuestros mejores y peores recuerdos de todos estos años?
–Niels: Hay tanto que contar. De lo peor, diría que aquella vez, hace como diez años, en la que desapareció en Barcelona nuestro batería (Lloyd Hanney). Al final lo encontramos en el metro e iba pintado como un tigre. Tenía una conmoción que le duró como los seis días siguientes y tuvo que hacer un par de conciertos no en la mejor forma.
–Jamie: Entre los buenos recuerdos, tocar en el Bowery Ballroom de Nueva York. Es un local emblemático en un lugar importante de Estados Unidos. También fue especial actuar en su momento en Ucrania, a raíz de todo lo que está sucediendo ahora. En general, tocar en lugares con fans tan apasionados. Es cierto que han habido algunos momentos malos, pero creo que sobre todo han sido buenos. Nosotros tres tenemos una relación muy cercana y hemos pasado por todas esas experiencias juntos. Y eso se refleja luego cuando salimos al escenario. Formamos una unidad muy cohesionada. Funcionamos muy bien juntos.
–Torsten: La verdad es que ahora nos centramos en ser positivos. La negatividad no te lleva muy lejos. Pero ha habido malos momentos, como cuando nos robaron parte de nuestro equipo [en una gira por Estados Unidos en 2008 les quitaron material como micrófonos, proyectores y portátiles por valor de más de 20.000 euros]. O cuando Lloyd y Jamie dejaron la banda durante un tiempo. Pero hay también muchos buenos recuerdos, como tocar junto a The Cure, especialmente por Robert Smith, en Rumanía. El concierto del Bowery Ballroom de Nueva York y el que dimos en Pune, en la India [ante unas 30.000 personas] y en lugares como Europa del Este. Y también en el programa ‘Rockpalast’ de Alemania y en muchos festivales, como ArcTanGent, Brutal Assault, Dunk Festival…
PD: Agradecimiento especial a Isaac Vivero, Garaje Beat Club y Madness Live! por las facilidades para hacer la entrevista.